Kiosko y Más

Segunda vida a las bicicletas para no generar residuos

El Ayuntamiento de Ámsterdam, la capital holandesa, promueve su plan para conseguir una ciudad más respirable con un lema simple y directo traducible como “Aire limpio y sano para Ámsterdam”.

En el mismo, la aportación ciudadana es esencial y se pide a la población —unas 883.000 personas, casi tantas como bicicletas, según la web de promoción de la capital Iamsterdam— que utilice las dos ruedas y el transporte eléctrico, y que comparta el coche lo más posible. Que no circule un solo conductor por automóvil en una urbe de trazado complejo, que conserva en su centro histórico el cinturón de los canales del siglo XVII.

El Consistorio admite que la ciudad no tiene suficientes aparcamientos para bicis, y en un día cualquiera de trabajo puede haber hasta 9.000 aparcadas en la estación central de ferrocarril. De ahí que se permita dejarlas también en las zonas urbanas de carga y descarga que cuenten con una bici y una motocicleta en el rótulo, y solo durante el horario indicado.

¿Qué hacer con las bicis viejas? Una llamada al Ayuntamiento,

y pasarán gratis a recogerla el día y a la hora convenidos. En lo posible, se les da una segunda, y a veces tercera vida. Las que pueden arreglarse, son enviadas a talleres que son a su vez proyectos de formación profesional. Después, cabe venderlas a 150 euros, según la documentación del Consistorio. Las que ya no sirven son desmontadas y las piezas útiles se aprovechan en otros arreglos. Una propuesta que aspira a cambiar la percepción del usuario del vehículo más popular y sano del país. Porque el usuario medio sabe hacer reparaciones mínimas, como taponar el pinchazo de una rueda, pero dejar una bici vieja tirada en la calle, o bien arrojarla a un canal también contamina.

SOCIEDAD

es-es

2021-05-10T07:00:00.0000000Z

2021-05-10T07:00:00.0000000Z

https://lectura.kioskoymas.com/article/281831466610031

Prisa