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Un estudio para reconstruir la “torre más bella de toda Andalucía”

Un proyecto arqueológico recrea con tecnología digital una desaparecida fortaleza señorial de atalayas circulares en Córdoba: el castillo de Aguilar de la Frontera

VICENTE G. OLAYA,

A principios del siglo XIX hubo quien la calificó como “la torre más bella de toda Andalucía”. Pero de ella, hasta ahora, solo se conservaba un grabado de 1839 y algunas referencias difusas. Formaba parte del castillo medieval de Aguilar de la Frontera, en Córdoba, que fue desmontado a partir del siglo XVII hasta hacerlo prácticamente desaparecer a mediados del XX. Ahora, este gigantesco torreón vuelve a la vida gracias a las nuevas tecnologías. El estudio La torre de la Mazmorra del castillo de Aguilar de la Frontera , de la arqueóloga Carmen Carbajo Cubero, publicado en la revista Meridies. Estudios de Historia y Patrimonio de la Edad Media, presenta lcómo fue desmontada la fortaleza para levantar numerosas edificaciones en el municipio.

Sobre la cima de un cerro de Aguilar se levantó a inicios de la Edad Media un conjunto fortificado de unos 30.000 metros cuadrados. Estaba amurallado e incluía 21 torres. En el interior del perímetro se emplazaba el castillo de los Fernández de Córdoba, uno de los linajes más influyentes del Medievo, pero en torno a 1726 comenzó a ser desmontado para levantar las casas capitulares y el pósito de la localidad. En 1749 sirvió de cantera para la iglesia de San Antón y seis años después sufrió importantes daños por el terremoto de Lisboa. En torno a 1810 se utilizaron sus piedras para construir la carnicería y la cárcel locales. El hierro de sus puertas se fundió para las rejas del presidio. En los años 50 del siglo pasado se construyó un depósito de agua en la parte más alta del otero. Veinte años después, se destruyó el patio de armas y gran parte de las estancias colindantes con la edificación de un segundo depósito de agua. El castillo desapareció de la vista. “Pero tanta piedra se extrajo y tanto muro se derribó, que los escombros terminaron tapando la base de la fortaleza, y estos protegieron los últimos restos del saqueo”, dice Carbajo.

Murallas añadidas

Tanto la torre del Homenaje como la torre de la Mazmorra fueron añadidas, junto con otras torres y murallas, en el siglo XV por los últimos de la dinastía de los señores de Aguilar, padre y hermano mayor del conocido Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán. El torreón de la Mazmorra es una “muestra de la arquitectura militar, tan singular por su forma como por la belleza, descrita en un pleito del duque de Medinaceli contra el alcalde de Aguilar, a la que se refiere como ‘la más bella torre de toda Andalucía”, recuerda la investigadora.

Las excavaciones comenzaron hace dos décadas, pero no fue hasta 2010 cuando se empezó a sospechar que parte de la torre de la Mazmorra aún podría existir. Los expertos constataron que, bajo el cemento del depósito de agua, se mantenía su base. Decidieron demoler el depósito, pero ya se había puesto en marcha un proyecto para convertirlo en el Centro de Interpretación de la Historia y el Paisaje de Aguilar (Ciphaf). Solo se pudo derribar una parte, suficiente para recuperar los restos que aún quedaban de la torre.

Bajo el cemento, los especialistas encontraron una edificación de planta pentagonal. Los muros superan los tres metros de anchura y algunas de sus piedras aún conservan las firmas de canteros. El pintor y erudito Manuel de la Corte y Ruano realizó un dibujo junto con una descripción de la fortaleza “que fue sacado en presencia de su original, tal como existe actualmente ”, dejó escrito. Pero el artista no aportó ningún dato sobre desde qué punto había realizado su obra, lo que suponía un problema a la hora de utilizar este documento como fuente de investigación. De hecho, la primera reconstrucción virtual del castillo de Aguilar se realizó en 2008, como parte de la tesis doctoral de Carmen Madrid de la Fuente, pero la experta tenía pocas referencias, porque no estaba excavada la planta de la fortaleza.

Sin embargo, las campañas arqueológicas de 2009 y 2010 “dieron la clave para la correcta orientación del grabado”. Se pudo ubicar con exactitud la falsabraga (antemuro de una muralla) y tres torres, entre ellas la de la Mazmorra, delante del complejo.

Por su planta pentagonal, “en un principio se pensó que era una precursora de los baluartes artilleros”, se lee en el artículo. “Este alamboramiento [muro en forma de talud] de la primera barrera defensiva y el considerable grueso de los muros podría estar indicando que nos encontramos ante uno de los ejemplos de transición de castillo a fuerte abaluartado”. Es decir, se buscaba la inclinación de los muros y mayor grosor para evitar daños de la artillería.

Tras la primera reconstrucción digital, siguió la de empresa de diseño gráfico Arketipo, en 2010. “Se rectificó la perspectiva y se identificaron el resto de estructuras”, indica el informe. No obstante, “dicha recreación contenía algunas imprecisiones”. No fue hasta 2019 cuando el arquitecto Manuel Cabezas Expósito terminó su tesis y reconstruyó con los nuevos datos de las excavaciones la torre de la Mazmorra. “La principal conclusión”, afirma Carbajo, “es que nos encontramos ante uno de los recintos fortificados señoriales más singulares de Córdoba, con un volumen y complejidad que lo hace un yacimiento único”.

CULTURA

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2021-05-10T07:00:00.0000000Z

2021-05-10T07:00:00.0000000Z

https://lectura.kioskoymas.com/article/281900186086767

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