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Turull entra en escena en el reparto de poder en Junts frente a Sànchez

El ‘exconseller’ cuenta con un equipo de fieles que se afianza en el partido Fuentes de JxCat apuestan por un pacto para evitar una batalla

FIDEL MASREAL

Junts per Catalunya, el partido de Carles Puigdemont, expresidente de la Generalitat, lleva un año en pie pero todavía tiene pendiente estabilizarse, desplegarse en el territorio y resolver discusiones estratégicas clave, según admiten muchos de sus cuadros. El debate sobre si ampliar o no el aeropuerto, la necesidad de asumir –al menos durante dos años– la gestión de un Govern puramente autonómico por parte de un partido que exige un nuevo «embate» contra el Estado, y la convivencia entre familias y procedencias ideológicas internas son solo algunas de las carpetas abiertas.

En este contexto aflora otra cuestión: el liderazgo de Jordi Sànchez como número dos de Puigdemont. Tras ser criticado internamente por la negociación que emprendió con ERC para forjar el pacto de Govern, y cuestionado como número dos, la salida de Jordi Turull de la cárcel, tras los indultos, pone sobre la mesa un contrapoder a Sànchez o, al menos, visibiliza el liderazgo de un grupo homogéneo con capacidad de influencia notable en las decisiones de Junts y fiel a Turull.

El exconseller es un dirigente político con una ya larga experiencia. En su médula está el gen convergente, y en su actuación, la fidelidad al partido. Ahora, a Junts. Iba a ser el primer líder de la posconvergencia, pero el convulso congreso fundacional del PDECat llevó a Marta Pascal a asumir el cargo. Turull se creía mucho mejor preparado, pero se mordió la lengua en público y mantuvo su capacidad de influencia interna.

Protagonismo notable

Dos años después, en 2018, ya bajo el paraguas de JxCat, estuvo a una votación de ser president y si la CUP lo hubiera apoyado en la primera sesión –cuando ya sobrevolaba la posibilidad de que fuera llamado a declarar y encarcelado– habría sido el 131º presidente de Catalunya. Conoce bien la administración, porque fue titular de Presidència, y también se maneja bien en las dinámicas de partido. Su salida de la cárcel indultado le ha dotado de un protagonismo notable, incrementado por la decisión de emprender una marcha por toda Catalunya, que a diario ha logrado que centenares de personas, desde primera hora de la mañana, le hayan acompañado en recorridos de más de 20 kilómetros diarios. «Es espectacular el sentimiento de energía que genera, las ganas que genera en la gente; es líder en el partido, en un partido donde tenemos diversos liderazgos», afirmó sobre él la presidenta del Parlament, Laura Borràs, en Catalunya Ràdio.

¿Jordi Sànchez es el mejor secretario general?, le preguntaban en esa misma entrevista radiofónica a Borràs. «Fue escogido secretario general y es el secretario general de JxCat», respondía escuetamente. Es solamente un síntoma del poco entusiasmo por Sànchez de parte de algunos dirigentes de la formación.

En cambio, el apoyo a Turull es explícito. Consigue aunar a los descontentos con el secretario general y a los exconvergentes que le llevan siguiendo desde hace tiempo y que están situados en distintas áreas del Govern.

Pero Sànchez es un animal político. En eso coinciden partidarios y detractores del secretario general, que confían en un acuerdo interno entre este y Turull, dado que comparten la necesidad de fortalecer el partido en lugar de iniciar una pugna interna cuando la organización todavía no tiene sus mimbres sólidos.

Comparten también, según estas fuentes, la voluntad de mantener una estrategia exigente respecto a ERC. Sànchez cuenta con el apoyo del ‘expresident’ Puigdemont, ha conseguido dirigir el proceso de negociación con ERC y la composición de los nombres de Junts en el Govern. Y no cree que Turull le dispute el liderazgo en el congreso del próximo año.

Los discursos

Tras su salida de la cárcel, Sànchez también está desplegando una agenda frenética de reuniones con todas las agrupaciones locales del partido. Y tratará de imponer su visión, basada en conjugar la ambición independentista radical con la defensa de una buena gestión en el Govern. Turull puede, en todo caso, esgrimir la bandera de un discurso muy contundente en favor de mantener la vía unilateral y la confrontación con el Estado.

Un factor clave entre ambos pesos pesados de Junts per Catalunya será, sin duda, qué opina Puigdemont en estos distintos frentes. Durante los últimos meses, el expresidente de la Generalitat se ha centrado en su situación política y judicial y su actuación en el Europarlamento y ha querido quedar en un discreto segundo plano, no sin haber mostrado sus opiniones, en ocasiones muy críticas respecto a la situación del independentismo en general y a Esquerra en particular por su estrategia pactista.

La batuta de Puigdemont será clave para el futuro del partido, y por tanto también para el de Sànchez y de Turull, pero el congreso del partido no llegará hasta 2022 y entre tanto todos ponen como prioridad solidificar el proyecto.

La posición de Puigdemont sobre su número dos será clave para definir la hoja de ruta

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2021-08-01T07:00:00.0000000Z

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