Los estadounidenses Caeleb Dressel y Katie Ledecky se adueñaron ayer por completo del protagonismo en el Centro Acuático de Tokio, que vivió una jornada espectacular. Dressel consiguió la medalla de oro en la prueba de los 100 metros mariposa y estableció un nuevo récord del mundo en la distancia y Ledecky se tomó la revancha de la australiana Ariarne Titmus y se impuso en la final de los 800 metros para encadenar su tercer título consecutivo en esta prueba (Londres, Río y Tokio) y sumar su segundo oro y su cuarta medalla en estos Juegos.

Dressel, destinado a ser uno de los nombres propios de los Juegos, confirmó su condición de estrella al sumar el título de los 100 mariposa al que había conseguido en los 100 metros libre y al relevo de los 4x100. A su calendario aún le restan dos pruebas más: el 50 libre y el relevo 4x100 estilos, que se disputarán hoy y que cerrarán la competición de natación.

En la final de los 100 mariposa que se intuía espectacular por la presencia también del húngaro Kristof Milak, campeón y plusmarquista mundial de los 200 mariposa, el nadador estadounidense no dejó margen para la sorpresa y dominó de principio a fin para dejar un crono de 49.45 segundos, mejorando en cinco centésimas su propia plusmarca mundial y aventajando en 23 centésimas a Milak, que rebajó por su parte el récord europeo. El bronce, con un segundo de diferencia, fue para el suizo Noe Ponti.

Triunfo histórico

Katie Ledecky pudo disfrutar de un momento histórico en la final de los 800 metros y tomarse la revancha ante la australiana Ariarne Titmus, que la había superado en las finales de los 200 y 400 libre, donde la velocidad manda. En una prueba de medio fondo, la estadounidense se impuso con un crono de 8.12.57 minutos, para aventajar en 1.26 segundos a Titmus, que se tuvo que conformar con la plata. Completó el podio la italiana Simona Quadarella, que se colgó la medalla de bronce con un tiempo de 8.18.35 minutos.

La nadadora estadounidense encadenó su tercer oro en la prueba de los 800, tras los de Londres (donde compitió con solo 15 años) y Río y se convierte así en la tercera nadadora de la historia en lograrlo, tras la australiana Dawn Fraser (100 libre, 1956, 60 y 64) y la húngara Krisztina Egerszegi (200 espalda, 1988, 92, 96).

Con el triunfo logrado en los 800 libre la nadadora estadounidense contabiliza un total de cuatro medallas en los Juegos de Tokio, tras sumar dos oros en los 800 y 1.500; y dos platas en los 400 y el relevo 4x200, para quedarse a solo una de las cinco medallas en Río (cuatro oros y una plata), mientras que supone también la cuarta de Titmus (oro en 200 y 400, plata en el 800, bronce en el 4x200).

La australiana Kaylee McKeown, por su parte, se adjudicó el oro en la prueba de los 200 metros espalda por delante de la canadiense Kylie Masse y de su compatriota Emily Seebohm. Vencedora ya de los 100 espalda en Tokio, McKeown, superó a sus rivales en el tramo final para hacerse con la victoria con un crono de 2.04.68, aventajando en 74 centésimas a Masse, plata también el hectómetro y en 1.49 a Seebohm.

Dressel tiene dos pruebas más para ampliar su botín

Quinto récord mundial

El equipo de Gran Bretaña, mientras, se adjudicó la medalla de oro en la prueba del relevo mixto 4x100 estilos y estableció un nuevo récord del mundo con el cuarteto formado por Kathleen Dawson, Adam Peaty, James Guy y Anna Hopkin, que nadaron en 3.37.58, casi un segundo mejor que la anterior plusmarca mundial (3:38.41). Es el quinto récord del mundo en natación, tras los de la sudafricana Schoenmaker en 200 braza, el de Dressel en 100 mariposa y los de los relevos femeninos de Australia en el 4x00 y de China en el 4x200.

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