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Fe y Alegría África, una realidad en marcha

Entre el 25 y el 31 de enero Chad acogió el I Congreso Internacional de Fe y Alegría África, un momento histórico para Entreculturas –como miembro de la Federación Internacional de Fe y Alegría– y para nuestro trabajo de apoyo al desarrollo en los context

Fe y Alegría nació en 1955 en Venezuela con el objetivo de ofrecer una educación de calidad y práctica a las personas más empobrecidas y excluidas. Actualmente, llega a 1,5 millones de estudiantes en comunidades rurales y barrios de bajos ingresos en 20 países. Es la mayor red de educación de América Latina y Caribe y ahora está presente, además, en tres países africanos: Chad, Madagascar y Congo. Fe y Alegría aterrizó en África en 2007 con su llegada a la región de Guéra, en Chad. Actualmente, 25 trabajadores de Fe y Alegría Chad atienden a unos 10.000 estudiantes (desde preescolar hasta primaria y de formación técnica) en 28 centros. Desde su puesta en marcha, la educación ha sido una realidad para las zonas rurales remotas que estaban desatendidas por el Estado. Gracias a la formación de docentes, la calidad de la educación ofrecida ha aumentado considerablemente y los padres y madres de los estudiantes han comprendido la importancia de que sus hijos fueran a la escuela, de modo que se han implicado de lleno en el proyecto y eso también ha contribuido a un mayor desarrollo comunitario. En 2013, Madagascar lanzó un programa piloto de formación de docentes que, al término de la primera fase, manifestaron su agrado por el curso recibido y expresaron su entusiasmo por participar al siguiente año. A día de hoy, Fe y Alegría Ma- dagascar cuenta con 22 escuelas, rurales y urbanas, pequeñas y medianas, católicas y públicas que acogen 3.846 participantes (entre alumnos, profesores y personal directivo). En 2014 daba comienzo en República Democrática del Congo un proyecto similar para formar a docentes de diversas escuelas, sensibilizar a las familias sobre la importancia de la escolarización de los niños y las niñas y promover actividades de lecto-escritura, culturales y agrícolas en Iniangui. Actualmente se trabaja en un programa para la formación de docentes y el refuerzo escolar en 10 escuelas de primaria con 4.211 alumnos y alumnas de las zonas de Kwimenza y Kisantu, al oeste del país.

Fe y Alegría se presenta como una oportunidad adecuada para ofrecer educación de calidad a las poblaciones más marginadas y como el mejor vehículo para el desarrollo sostenible en este continente.

Más allá de estos tres países pioneros, las semillas de Fe y Alegría ya están sembradas en Guinea Conakri, Togo, Kenia y Zimbabue. En África todavía hay 32 millones de niños y niñas sin escolarizar, de los cuales muchos viven en zonas de conflicto o guerra, en Estados frágiles o en zonas rurales. Cada año, 10 millones de menores abandonan las aulas de primaria en la región de África Subsahariana. La mayor parte de los países africanos en los que está presente la Compañía de Jesús enfrentan grandes limitaciones en lo que a la educación se refiere. Además del acceso, el otro gran reto educativo de África es la calidad porque, aunque a día de hoy hay más niños y niñas matriculados en las escuelas, todavía no se está asegurando la transmisión de aprendizajes significativos que permitan el desa- rrollo completo de sus oportunidades. Además, en casi todo el continente, las niñas tienen que hacer frente a grandes trabas para acceder en iguales condiciones a la educación. Ante esta realidad, Fe y Alegría (reconocida por su larga trayectoria y por su carisma en educación), se presenta como una oportunidad adecuada para ofrecer educación de calidad a las poblaciones más marginadas y desfavorecidas, así como el mejor vehículo para promover un desarrollo sostenible en este continente. De ahí la importancia de este congreso, ya que simboliza la cristalización de un proyecto que no ha hecho más que empezar.

I Congreso de Fe y Alegría África, haciendo camino para la expansión

El congreso contó con la presencia de casi medio centenar de personas procedentes de Latinoamérica, Europa y África (miembros de Fe y Alegría, delegados de Educación de las Provincias africanas; personal del Servicio Jesuita a Refugiados; padres provinciales africanos; coordinadores de instituciones educativas en el continente y personal de organizaciones no gubernamentales como Entreculturas, Alboan, Porticus, y Magis Italia.

“La educación debe ser una estructura para la transformación de la sociedad, con un impacto en las vidas de las personas que más lo necesitan”.

Durante el evento, además, tuvo lugar el traspaso de cargo del que ha sido Coordinador General de la Federación Internacional de Fe y Alegría, el P. Ignacio Suñol SJ, al recién nombrado P. Carlos Fritzen SJ, al frente del Movimiento desde el 1 de febrero. Durante una semana, los participantes dialogaron sobre el significado y la importancia de la educación de calidad para la población vulnerable y excluida del continente africano. Y lo hicieron al tiempo que tuvieron ocasión de visitar la oficina y alguna de las escuelas que integran la red de la ya consolidada Fe y Alegría Chad. Es más, se aprovechó la ocasión para, en una de las visitas, colocar la primera piedra del que será el primer centro educativo de secundaria en los alrededores de la comunidad de Tchelati. La población, que trabaja codo a codo con Fe y Alegría Chad llevando adelante la primaria y también el preescolar, llevaba mucho tiempo asistiendo con impotencia a la falta de oportunidades de sus jóvenes. La iniciativa de Fe y Alegría África es acogida con entusiasmo por la Compañía de Jesús en África: “la Conferencia de Provinciales de África y Madagascar quiere a Fe y Alegría en el continente, y quiero hacer una invitación a inculturizar el movimiento”, afirmó Mike Lewis, presidente de la JESAM (Conferencia de Provinciales de África y Madagascar). Por su parte, el Provincial de África del Oeste, Hyacinthe Loua, señaló que “Fe y Alegría es una oportunidad y una gracia para África”. Y Fraterne Masawe, consejero del Padre General en el continente, destacó que “la educación debe ser una estructura para la transformación de la sociedad, con un impacto en las vidas de las personas que más lo necesitan”. A pesar del distinto origen y experiencias de los presentes, hubo gran coincidencia sobre los desafíos comunes, como la necesidad de adaptar los sistemas educativos a las realidades socioculturales y económicas de las poblaciones; la importancia de dignificar la profesión docente a través de su formación, el acompañamiento pedagógico y la mejora de su remuneración; o la importancia de reforzar el diálogo y el compromiso con los actores involucrados en la educación, especialmente con las comunidades locales y las familias. Daniel Villanueva SJ, director de Entreculturas y asistente al evento, reflexionaba durante su viaje de vuelta: “aún nos queda camino por delante, pero no quiero dejar de disfrutar de este momento. Porque llevamos muchos años de trabajo y nos toca celebrar. Porque una vez más hemos podido comprobar que –como equipo y a medio plazo– Entreculturas sabe acompañar, suscitar y empoderar dinámicas de transformación social a través de la educación. Este siempre ha sido y es nuestro sueño, y pocas veces lo había visto más claro. Me quedo agradecido, ilusionado y feliz”.

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2016-03-01T08:00:00.0000000Z

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