...yo creo que mis padres hicieron una gran labor porque no me mimaron como tal, me trataron como un superviviente, aprendí a sacar las castañas del fuego, a resolver mis propios problemas y sobre todo a afrontarlos y enfrentarlos.

Cuando conocí a Alberto Cabello en el año 2016, sin cruzar palabras, entendí que era una persona muy observadora, con una gran fuerza interior y un magnetismo natural propio de los líderes. Una vez conversamos me sorprendió su capacidad de llegar y calar en las personas, casi de forma imperceptible. Si googleas su nombre, encontramos un gran número de entrevistas, artículos y . referencias. En esta entrevista de perfiles de FLIS® Moda y Derecho al Día 9/2021, te invitamos a descubrir a este líder nato de la abogacía española. Un Alberto Cabello más humano, cercano y por supuesto, al innegable referente de liderazgo de futuro que él representa.

FLIS®:

Antes de llegar a ser profesionales, somos personas cuyo entorno influye notablemente en nuestro desempeño como adultos. Queremos conocer un poco de tu parte familiar e infancia. Siempre te he comentado que tu trato hacia los demás refleja una educación bien cuidada. ¿Qué es lo que más recuerda de los consejos de tu madre y de tu padre? ¿Si pudieras regresar a tu infancia a qué época o edad regresarías, y por qué?

AC:

Primero quiero agradeceros esta entrevista, porque para mí es un lujo y un privilegio. Contestando a tu pregunta, yo no tengo hermanos ¡soy hijo único! Como hijo único, muchas veces te suelen decir que a lo mejor eres el mimado de la familia, pero yo creo que mis padres hicieron una gran labor porque no me mimaron como tal, me trataron como un superviviente, aprendí a sacar las castañas del fuego, a resolver mis propios problemas y sobre todo a afrontarlos y enfrentarlos. Ellos siempre me han apoyado en todo, pero dejándome una libertad que ha generado en mí, un poco de lo que tú y yo siempre hemos comentado acerca de la sintonía, de la relación con otras personas y ha hecho de mí la persona que soy ahora; que no es una persona que busca su interés propio, sino el interés general y el bien común.

Siguiendo con la segunda pregunta, yo recuerdo, o siempre tengo presente dos grandes consejos de mis padres; el primero, es de mi madre, quien me dice que la educación y buenos modales abren puertas fundamentales, y por tanto ¨no trates a nadie como no te gustaría que te traten a ti¨, y, sobre todo, recuerda que: ¨todas las personas son importantes¨. Esto es algo que siempre me comentan mis amigos y la gente de mi entorno, que trato por igual a las personas, sin importar el trabajo, o rango que estas tengan.

El segundo consejo, es de mi padre, y es una frase que él siempre repite: que es “lo que sucede conviene”. ¿Qué quiere decir esto? Que muchas veces nos frustramos de antemano con cosas que nos pasan, cuando realmente quizás un ángel de la guarda, el universo, o la energía nos depara cosas más positivas. Así que cuando pierdes a un cliente, un amor, o un amigo, no lo veas como una pérdida, sino más bien que han pasado por tu vida y te han enseñado muchas cosas, y a lo mejor es importante que no estén en ese momento determinado. Por lo tanto, lo que sucede conviene porque te va a hacer más grande y te va a beneficiar a futuro.

Me preguntabas también acerca de ¿cuál era mi vínculo con mis padres? Mi madre es abogada, es jurista; y mi padre, es periodista. Por lo tanto, yo siempre digo que soy un híbrido entre abogado y periodista, por eso tengo esa capacidad de comunicar y esa capacidad de ser un jurista, que a todo le busque esa interpretación normativa.

Sobre el momento de mi vida al cual regresaría, te digo que yo he disfrutado muchísimo toda mi vida, creo que soy una persona privilegiada porque todos los momentos de mi vida los recuerdo con muchísimo cariño; si tuviese que volver a algún momento, me encantaría volver a la adolescencia, específicamente de los catorce años o a los veinte y tantos, porque fueron momentos donde realmente me convertí en la persona que soy ahora. Conocí a mucha gente, tuve la suerte de tener muchos vínculos con muchísimas personas de diferentes entornos, y la verdad que eso es lo que hizo de mí una persona totalmente plural, conciliadora, que entienda que nadie sobra y que todo el mundo aporta.

...yo al final era muy reivindicativo, era muy inconformista, era muy interpretativo a la hora de buscar distintas realidades a una misma realidad.

La importancia de convivir con diferentes entornos y de compartir con diferentes personas durante mi adolescencia, es porque me encanta que las personas se mantengan en mi vida, no quiero que pasen como una tormenta de verano. La mayoría de las personas que permanecen en mi vida, son importantes para mí, porque son referentes, es gente a la que pregunto mis dudas más profundas, porque sé que no me van a mentir, son personas cercanas y empáticas, que me van a decir: “Alberto creo que aquí te has equivocado”, y les voy a entender, porque son personas que no te fallan, que no van a engañarte o a decirte algo simplemente por contentarte, y eso es lo que yo busco, pues para mí son auténticos referentes. Por otra parte, también hay muchas personas que han estado y que no están ahora.

Volviendo a la pregunta del momento de mi vida a la que regresaría, si pudiese decidir, sería a esa época de los catorce a los veinticinco, esos diez años es donde he conocido a grandes personas que ahora son referentes en mi vida.

Me gusta mencionar a las personas referentes, porque muchas veces se cree que los referentes son solo personas famosas o inalcanzables y para mí los referentes son las personas alcanzables. Son personas que tú identificas que van a quedarse para toda tu vida en tu mundo y que son importantes y que en momentos de angustia, de soledad, de tristeza, de alegría ellos están ahí y van a seguir estando y siendo tus referentes. Son personas que te recuerdan la importancia de la humildad, de la cercanía, de la empatía, de no pensar que estás por encima del bien o el mal.

FLIS®: ¿Estudiar derecho fue algo que siempre tuviste claro? ¿De no ser abogado qué otra carrera te gustaría haber estudiado?

AC: Para mí estudiar derecho, es como para todos, al fin y al cabo, es salir de tu zona de confort que es el colegio, donde te dicen lo que tienes que estudiar para adentrarte en un mundo totalmente desconocido; que no sabes por qué estudias eso y para qué… Pero si es verdad, que yo no sabía que quería estudiar derecho, pero el universo, el mundo, mi entorno sí sabía que yo debía estudiar derecho. ¿Por qué?, porque yo al final era muy reivindicativo, era muy inconformista, era muy interpretativo a la hora de buscar distintas realidades a una misma realidad.

Por otra parte, no creo que yo sea una persona muy encorsetada que siempre tome una determinación de manera unilateral; entonces para mí el derecho, es la interpretación de la norma y nos ayuda a ver la realidad desde diferentes perspectivas, desde diferentes ángulos… Porque no todo es negro, ni todo es blanco, sino que muchas veces es la suma de negros y blancos que acaban en matices grises. Eso es lo que yo creo que por un lado me ha aportado el derecho, se ha generado un vínculo entre el derecho y mi persona hacia algo muy complementario.

En segundo lugar, desde pequeño entendí que para jugar un juego tenías que saber las normas, y el derecho lo que te aporta es eso. Si tú no sabes cuáles son las normas y cuándo están las cosas bien o cuando están mal, o cuándo son interpretables, al final el sistema te gana, y por lo tanto yo siempre he querido, por lo menos no ganar al sistema, pero si enfrentarme a él, y la única manera de enfrentar al sistema es teniendo nociones jurídicas.

También me preguntabas ¿qué es lo que te hubiera gustado estudiar si no hubiera sido Derecho? Me hubiese encantado estudiar o por lo menos estar en el mundo de la comunicación, del periodismo. En el periodismo, por un lado, consigues que la realidad llegue a terceros, te permite transmitir los hechos y tener ese punto de comunicación, como tomar una imagen y transmitir en palabras o transformar las palabras en imágenes.

Por otra parte, yo creo que el periodismo y el derecho te aportan un punto de libertad, son profesiones bastante liberales, que dependen de uno mismo, que tienen un enfoque unipersonal del ser humano, muy de humanidades y creo que generan ese entorno de libertad, de no estar sometidos a nadie, de no estar bajo el yugo de nadie que te diga lo que tienes que hacer, y eso era lo que más me gustaba… Libertad es una de mis palabras preferidas ¡se me llena la boca cuando la digo!

FLIS®: ¿De tu etapa como estudiante de derecho a la etapa profesional, la carrera cumplió tus expectativas? ¿Era lo que esperabas, o difería mucho la teoría de la universidad al trabajo? ¿Recién graduado en derecho que fue lo primero que pensaste que debía cambiar o mejorar con relación al ejercicio de la abogacía?

AC: Yo creo que sería el primer estudiante de derecho al que se le cumplen las expectativas de estudiante a profesional. Para estudiar derecho no sabes ni por qué estás estudiando derecho, ni qué estás haciendo ahí, ni para qué sirve, ni por qué lo haces y lo único que dices es, pero ¡vamos a ver, Derecho Romano!, ¿por qué estudias historia del Derecho Romano, Derecho Constitucional?… pero ¿qué locura es esto?, y ¿cuándo voy a poder yo aplicar esto?, por lo tanto, las expectativas, no es que se cumplan es que se superan al infinito cuando empiezas a trabajar, porque entendemos que realmente el derecho sirve para algo… Sirve para defender a las personas, para no conformarse con cualquier sanción, con cualquier norma o con cualquier situación vital, y que por lo tanto, vas a poder ayudar a personas, que si no fuese por ti se sentirían totalmente impotentes.

¨... el Derecho sirve para algo… Sirve para defender a las personas... Por lo tanto, vas a poder ayudar a personas, que si no fuese por ti se sentirían totalmente impotentes¨.

FLIS®: ¿Recién graduado en derecho que fue lo primero que pensaste que debía cambiar o mejorar con relación al ejercicio de la abogacía?

AC: Lo primero que yo creo que se debe fomentar es el apoyo de las personas más senior, con más experticia o más experiencia en los inicios de la abogacía, en los primeros pasos, en las primeras salidas profesionales de los abogados más noveles o jóvenes. Creo que los ven como competencia o como que no están lo suficientemente preparados, cuando realmente yo creo que sí, que tienen muchísima preparación, y lo único es que tienen una mala situación vital porque hay mucha competencia y una dificultad tremenda para acceder al mercado laboral. Es muy difícil encontrar un contrato de trabajo, es muy difícil dar el salto a ejercer por cuenta propia, captar clientes… Pues yo creo que ese apoyo es fundamental.

... creo que los abogados se han olvidado del “win, to win” para que ambos ganen y siempre buscan el “win” personal y el “lost” del otro¨

En segundo lugar, y ya no hablo solamente de los jóvenes, sino que hablo de todos, es algo que nosotros entendimos desde el minuto cero que quisimos entrar en esta profesión y quisimos asociarnos, estar en asociaciones, ser un movimiento vinculante y participativo del mundo jurídico y de la sociedad civil, y es que hay que fomentar el corporativismo entre los abogados. ¿Cómo se fomenta el corporativismo entre los abogados? Dejando de mirar todos los ombligos, queriendo más al prójimo y buscando esos círculos colaboradores, prescriptores que nos ayuden a crecer. Muchas veces pensamos que sí recomendamos a un cliente, o que, si recomendamos a un abogado, o que si colaboramos con alguien se van a aprovechar de nuestro trabajo y de nuestro enfoque… ¡Bueno puede ser!, pero lo que yo creo es que hay que buscar personas con las que nos sintamos cómodos, en sintonía y que crezcamos a la vez; creo que los abogados se han olvidado del “win, to win” para que ambos ganen y siempre buscan el “win” personal y el “lost” del otro, siempre buscan que ellos estén por encima del que ven como un contrario, como un contrincante, cuando realmente es un compañero y un colaborador.

En tercer lugar, yo creo que la abogacía tiene que estar unida para reclamar cambios legislativos, para promover que la sociedad civil sea más fuerte que la sociedad política. Es increíble que le rindamos pleitesía a la sociedad política, o a los que están en esos puestos cobrando un sueldo gracias a la sociedad civil y sobre todo a los profesionales.

Solo en Madrid hay treinta y tres colegios profesionales en la Unión Interprofesional de Colegios, que además lo preside el decano José María Alonso, como presidente de la Unión Interprofesional y es increíble que no estemos más unidos y que seamos un referente, o sea, que no se haga nada en este país sin pedir autorización, permiso o consejo a la Unión Interprofesional que al fin y al cabo engloba a todos los profesionales liberales.

FLIS®: En el 2017, fuiste elegido presidente de la Asociación de Jóvenes Abogados de Madrid (AJA), aunque, ya te desempeñaste como vicepresidente, qué cambios de hábitos o rutinas incorporó esta nueva responsabilidad en tu vida.

AC: Ya tuve muchísimos cambios de hábitos y rutinas siendo vicepresidente, porque al final entiendes que es un cargo público. La responsabilidad que tienes, toda la gente a la que representas, y la importancia que tiene ante la sociedad. Muchas veces cuando lo ves desde dentro quizás estás en el ojo del huracán y no ves la importancia real que tienen cualquiera de tus actos. Como vicepresidente estás a la sombra del presidente, pero una vez que tomas posesión como presidente, la responsabilidad se multiplica por mil, ¿por qué?, porque eres un referente, eres la imagen de muchos jóvenes, eres al fin y al cabo el espejo donde se miran y por lo tanto, no puedes cometer determinados fallos a nivel social, porque ya no es solamente ser, sino parecer. Tienes que tener estabilidad y equilibrio en tu vida personal y relaciones sociales, debes considerar que cualquier acción tiene que ser aceptable para la sociedad, lo que decimos que es políticamente correcto, y aparte debes considerar que cualquier acción o cualquier pequeño giro puede perjudicar a muchas personas.