ZARAGOZA. El Gobierno de Aragón ha rectificado finalmente y dará ayudas a las casas rurales, apartamentos turísticos y guías que fueron excluidos del plan de rescate pactado con CEOE y Horeca, además de equiparar las compensaciones a las agencias de viajes. La indignación de los sectores excluidos llevó ayer al presidente aragonés, Javier Lambán, a replantear la orden pendiente de publicar en el Boletín Oficial de Aragón (BOA). «Mi compromiso y el de mi Gobierno es que nadie se quede atrás, se quede fuera de las ayudas», sentenció.

Antes de la conmemoración del 50 aniversario del Hospital Infantil y Traumatología del Hospital Miguel Servet, Lambán aseguró que todos dispondrán del «amparo» autonómico porque, justificó, «han sufrido en mayor medida los rigores de la pandemia y las consecuencias de las restricciones de movilidad y de aforos».

El líder socialista incidió en que estos sectores ya tuvieron cobertura con las ayudas del año pasado, aunque aún está por ver si será ahora con su inclusión en el plan de rescate al sector hostelero y turístico, dotado con 50 millones de euros, o mediante otra fórmula u otra convocatoria específica.

El vicepresidente y consejero de Industria, Arturo Aliaga, apuntó a este diario que se reunió el viernes con Lambán para abordar la cuestión tras defender en el pleno de las Cortes que se iba a «arreglar» y que ya advirtió tras incorporarse de su baja, cuando se encontró el plan negociado desde la Presidencia, de que se debían incluir a los sectores turísticos excluidos.

Lambán confirmó las conversaciones con Aliaga para concretar de qué manera se dará cobertura a las casas rurales y apartamentos turísticos. «Estos sectores tienen mucha importancia en la economía rural y se deben beneficiar del amparo que obligatoriamente debe ofrecer el Gobierno de Aragón», concluyó.

El plan de rescate presentado el martes establece que las ayudas oscilarán entre 3.000 y 200.000 euros, para lo que solicitantes deberán tener domicilio fiscal en Aragón, poseer algún establecimiento o instalación dada de alta en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) y demostrar unas pérdidas de al menos el 20% respecto a 2019 conforme al volumen anual de operaciones declarado en el modelo 390.

Además, los negocios que reciban las compensaciones autonómicas tendrán que mantener abierto el establecimiento hasta el 30 de junio de 2022.

Estas condiciones dejarán fuera al grueso de las 1.500 casas rurales, dado que las asociaciones estiman que solo un tercio están dadas de alta en el IAE turístico.

Los afectados, a la espera

Los sectores agradecieron el cambio de postura oficial, pero lamentaron que tuvieran que «montar en cólera» para que se les hiciera caso. El presidente de la Asociación Aragonesa de Turismo Rural (Faratur), Jesús Marco, indicó que quieren ver si reciben el mismo porcentaje de compensación que se negocio con bares, restaurantes y hoteles y adelantó que si no es así les encontrarán «al pie del cañón».

Su homólogo de Turismo Verde de Huesca, Francisco Parra, confesó que confían en que la presión lleve a rectificar al cuatripartito, como así se lo pidieron por carta a Lambán.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Agencias de Viajes, Jorge Moncada, espera ver cómo queda la redacción del plan de rescate para comprobar que recibe el mismo porcentaje de compensación que la hostelería y, de esta forma, volver «a confiar en los políticos».