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La respuesta está flotando en el viento

Una muerte a la que estamos acostumbrados: fallecen veinticuatro personas en una embarcación (cayuco) de inmigrantes cerca de El Hierro. ¿Quién es el responsable? Porque ante cualquier muerte es lo primero que nos planteamos, de quién es la responsabilidad. No tenemos imágenes que nos acerquen la tragedia, el sufrimiento de los fallecidos y de los supervivientes. La tragedia no nos hará perder mucho tiempo, solo cuando nos muestran dónde viven, a su familia, la penuria de sus casas, la dificultad de vivir el día a día, el sufrimiento, se nos conmueve el corazón. Nos acongoja la situación y nos preguntamos qué se hace o se puede hacer para impedir esas situaciones. ¿La solución es lanzarse a andar, nadar o embarcarse en barcas que no permiten llegar a su destino? ¿Las ONG que están sobre el terreno ofrecen alguna solución? ¿Es que no hay otra intervención que no sea ayudar a que se lesionen, utilicen la fuerza o pongan en peligro su vida para conseguir alcanzar esa búsqueda de una vida mejor? ¿Todos los esfuerzos para ayudar a superar las fronteras de una forma ilegal no debieran dedicarse a conseguir de los diferentes Estados la aceptación de aquellos flujos de personas que saben necesitarán por su devenir poblacional? ¿Todo quedará en observar la recogida de los náufragos por parte de barcos financiados por las ONG o por los de Salvamento Marítimo, para luego reprochar la falta de medios o decisión al Estado de turno? ¿De verdad eso es todo lo que estamos dispuestos a hacer? No lo creo, no debemos permitir la situación, la solución está en origen o en destino; no en los itinerarios. Podría ser como la canción de Bob Dylan: «Cuántas muertes se necesitarán aún hasta darse cuenta de que ya ha muerto demasiada gente. La respuesta está flotando en el viento». Espero que no.

Luis Miguel Vernet Gómez ZARAGOZA

TRIBUNA

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2021-05-09T07:00:00.0000000Z

2021-05-09T07:00:00.0000000Z

https://lectura.kioskoymas.com/article/281831466608784

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