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La violencia reaparece en Jerusalén con choques entre palestinos y la Policía israelí

Más de 200 heridos en una escalada de tensión que EE. UU. atribuye a «la colonización, las demoliciones de casas y los actos de terrorismo»

MIKEL AYESTARÁN

JERUSALÉN. La vuelta a la normalidad tras la vacunación masiva ha sido también un despertador para el regreso de la violencia a las calles de Jerusalén. Durante el Ramadán, que concluye la próxima semana, se han abiertos tres frentes –en la Puerta de Damasvictoria co, el barrio de Sheikh Jarrah y en la Explanada de las Mezquitas– que dejan cientos de heridos, decenas de detenidos y recuerdan que el conflicto estaba aletargado, nunca solucionado. Tan solo en la noche del último viernes del mes sagrado del ayuno 205 palestinos y 17 policías israelíes resultaron heridos en unos choques que incluyeron un asalto policial a la mezquita de Al-Aqsa, algo que no se producía desde 2017, y el centro médico situado dentro del complejo religioso.

Las fuerzas de seguridad elevaron el estado de alerta durante todo el fin de semana y reforzaron su despliegue, ya que decenas de miles de musulmanes estaban llamados al rezo en la Explanada en la Noche del Destino, la más importante del Ramadán. Después comienza el Día de Jerusalén, en el que los israelíes celebran la conquista de la parte oriental de la ciudad en 1967.

Estados Unidos se mostró «profundamente preocupado» por la situación e instó a ambas partes a evitar medidas que «exacerben las tensiones o alejen aún más la paz», como las «actividades de colonización, las demoliciones de casas y los actos de terrorismo».

La crónica de este mes de violencia arrancó en la Puerta de Damasco, acceso principal al barrio musulmán de la Ciudad Vieja, que permaneció vallada durante las primeras trece noches del Ramadán. El Ejército impedía a las familias sentarse allí y cada noche había choques hasta que retiraron el vallado sin dar explicación alguna y el lugar recuperó su aspecto tradicional. «Fue una pequeña

que nos dio mucha moral y nos recordó que si estamos unidos podemos conseguir cosas», asegura Mahmoud Muna, analista palestino y responsable de la Educational Bookshop, librería de referencia sobre el conflicto en la Jerusalén Este.

Esa moral se contagió al cercano barrio de Sheikh Jarrah, situado a unos minutos a pie de la Ciudad Vieja y donde cincuenta residentes palestinos serán desalojados esta semana de sus viviendas para dejarlas en manos de una asociación ultranacionalista judía. Desde hace una década hay una manifestación semanal para frenar los desalojos de esta parte, pero nunca como ahora las protestas habían tenido tanto eco.

MUNDO

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2021-05-09T07:00:00.0000000Z

2021-05-09T07:00:00.0000000Z

https://lectura.kioskoymas.com/article/281908776020112

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