HUESCA. Pacheta evidenció la desazón que envolvía a la SD Huesca tras la derrota en Cádiz (2-1). En un tono más apagado de lo habitual, el técnico azulgrana lamentó que el partido hubiese estado controlado en su primera mitad y se desbocase con los dos goles del Cádiz. «Se han adelantado a balón parado, ha empatado rápido Rafa y el 2-1 ha llegado por un error que no podemos cometer. El Cádiz se adelanta y te pone muchos problemas».

Consideraba que los azulgranas habían «quemado una oportunidad y quedan tres, como mucho estaremos al final de esta jornada a dos puntos de la permanencia». Tocará recuperarse pronto porque el miércoles aguarda el Athletic en El Alcoraz (20.00, Movistar La Liga): «No hemos estado bien. Lo hemos intentado todo, pero el Cádiz tiene 43 puntos por algo», valoró el entrenador burgalés.

Buscando los porqués de este resultado, sintetizaba que «no todos los días estas igual con balón ni todos los partidos son iguales. Cada partido es una historia y se van tomando decisiones». Los cambios se produjeron por «decisiones tácticas para tener más salida de balón. Hemos dejado fuera a Mosquera que es un chico excepcional. Las alternativas son para ayudar a los que están en el campo. Los cambios se hacen desde la honestidad. Nunca voy a hacer daño a un jugador de forma pública».

El Huesca quería «más balón y alternativas por la derecha y presencia en el área» para buscar al menos el empate, sin éxito. «A veces metes más presencia en área y te desguarneces, igual faltaba creación. Hemos creído conveniente que Sandro bajase a recibir, que Ferreiro jugase casi de mediocentro o que Sergio y Pedro buscasen centros. Por dentro es muy difícil hacer daño al Cádiz. Nos han corrido mucho al volcarnos hacia el área rival. Hemos

arriesgado y no ha salido bien, es difícil hacerle muchas ocasiones al Cádiz», insistió Pacheta.

Se trataba de «una oportunidad para salir, pero el día que hay que estar fuera es el 23 de mayo y estamos vivos». Los oscenses se entrenan este mismo domingo con vistas al Athletic y «no hay tiempo de lamentaciones. Ganando aquí habría que ganar de nuevo al Athletic. Lo hubiéramos firmado todos hace cuatro meses».

Reconoció el técnico que «hemos estado apretados por la responsabilidad, no tan fluidos y limpios como el día de la Real. Lo vamos a arreglar para el miércoles». Convencido está de que «este equipo se va a levantar, está preparado para pelear el descenso y no le puede esta responsabilidad. De todas las derrotas nos hemos repuesto y hemos sido capaces de salir del último lugar». El técnico está convencido de que «llegamos con todas las opciones en nuestra mano para salvarnos. Estoy ilusionado y convencido de que lo lograremos».