WASHINGTON. Aunque los gobernadores lo han intentado incluso con sorteos millonarios o el regalo de cervezas, el objetivo del presidente Joe Biden de inyectar al 70% de la población adulta con al menos una dosis de la vacuna contra el coronavirus para el 4 de julio, día de la fiesta nacional de Estados Unidos, será incumplido. Así lo anunció ayer un responsable de la Casa Blanca, echando un jarro de agua fría sobre las expectativas del mandatario, que desde su llegada al Despacho Oval había prometido una y otra vez este compromiso, en buena medida para diferenciarse de la escasa eficiencia de la anterior Administración de Donald

Trump para combatir la pandemia de la covid-19.

El objetivo será alcanzado, sin embargo, en el caso de «los adultos de 27 años y más», declaró Jeff Zients, coordinador médico de la Casa Blanca. «Pensamos que tomará algunas semanas más para llegar al 70% de todos los adultos con al menos una dosis», añadió en una conferencia de prensa donde informó de que el 65,4% de los mayores de 18 años ha sido vacunado.

Y mientras no se llegue a ese listón, Estados Unidos no está dispuesto a correr riesgos. Al anuncio de que mantendrá cerradas las fronteras con Canadá y México al menos hasta el próximo 21 de julio, ayer el Gobierno señaló que tampoco levantará «hasta que la ciencia lo permita» las restricciones a los vuelos trasatlánticos.

A diferencia de la Unión Europea, que sí permite ya la llegada de estadounidenses a suelo europeo, la Administración de Joe Biden prefiere esperar y mantener las limitaciones sobre los viajes internacionales vigentes desde hace quince meses. Su relajación «dependerá en gran parte del curso de la epidemiología, de la respuesta al virus en todo el mundo y del impacto de las variantes», comentó un portavoz oficial.