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Un derribo entre la sospecha y el esperpento

M. G.

principios de noviembre de 2012, la que hasta entonces se consideraba la casa natal de Pradilla en Villanueva de Gállego amaneció sin tejas y desprovista de las dos placas honoríficas que lucía en su fachada. Todo indicaba que el derribo era inminente. Pero varios agentes culturales y asociaciones como Apudepa se movilizaron para evitarlo. Se llegó incluso a incoar expediente de declaración de Bien de Interés Cultural. La casa no poseía ningún valor arquitectónico, pero sí valor histórico y sentimental. Era, oficialmente, el lugar donde nació

Francisco Pradilla, uno de los mejores pintores españoles del periodo de entresiglos.

El 15 de noviembre, en un suceso aún no aclarado, se derribó la casa. El Departamento de Cultura, entonces con Javier Callizo como director general de Patrimonio, aseguró que esa misma mañana había enviado un fax al Ayuntamiento de Villanueva ordenando no demoler el edificio. El alcalde, Jesús Gayán, aseguró que esa mañana no había ido al consistorio pero que había telefoneado «y nadie me ha dicho que la DGA haya mandado nada».

CULTURA & OCIO VERANO

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2021-07-27T07:00:00.0000000Z

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