ZARAGOZA. La Feria de Zaragoza retoma la actividad presencial. Lo hace con uno de sus certámenes más emblemáticos, la Feria Internacional para la Producción Animal (Figan). El certamen, de carácter bienal y que cumple su decimoquinta edición, abrirá las puertas de la innovación tecnológica de este sector entre el 21 y el 24 de septiembre. Ocupará 72.549 metros cuadrados y reunirá a 827 expositores de 27 países «incluido Afganistán», de los que 519 son españoles y 308 son extranjeros. Del total nacional, el 13% son aragoneses.

Habrá también presencia de animales vivos, un total de 750 cabezas de ganado de las más variadas razas bovinas, ovinas y equinas «de alto valor genético y económico». Y el salón se convertirá en el centro de debate y análisis sobre el presente y los retos de futuro de los sectores ganaderos en los más de 40 congresos, jornadas y mesas redondas programadas esos días.

Los detalles los presentó ayer el presidente de Feria de Zaragoza, Manuel Teruel, que, acompañado por el director de la institución, Rogelio Cuairán, y el director comercial, Alberto López, destacó que, a pesar de las complicaciones que ha supuesto la organización del certamen debido a la cambiante situación sanitaria provocada por la pandemia, tanto en tamaño como en superficie expositiva Figan 2021 alcanza el 90% de lo que fue la última edición celebrada en 2019 cuyas cifras fueron de récord.

No ha sido fácil. Las fechas iniciales previstas para la celebración de este certamen eran entre el 7 y el 10 de septiembre, pero a finales de julio la explosión de casos de coronavirus en Aragón (y en el resto de España) hicieron que la feria se tambaleara. «Ante los datos sanitarios todo se desmoronaba, hubo una estampida de expositores y Figan estaba en peligro», recordó el presidente de la institución ferial, que agradeció al comité organizador «el esfuerzo titánico» realizado para aplazar quince días el certamen sin que se resintieran sus cifras.

«Las vacunas, las conductas de los ciudadanos y las medidas aplicadas por las autoridades nos han venido como un guante a la mano», añadió Teruel. Pero aunque el escenario sanitario ha memuchos los profesionales «de más de 80 países» los ya han confirmado su asistencia, Teruel reconoció que es complicado augurar una cifra, porque «una cosa es cuántos se han acreditado y otra cuántos acudirán finalmente».

«Un componente emocional»

A pesar de todo, el presidente de Feria de Zaragoza insistió en que todo el equipo está «muy contento» y convencido de que Figan será un éxito. «Ya es hora de que los hoteles se llenen», añadió Teruel, que cifra en unos 150 millones de euros el impacto económico que el certamen supondrá en Zaragoza y su entorno, con especial incidencia para la hostelería y la restauración.

Si importante es la vuelta de la actividad presencial en el recinto ferial para la economía aragonesa, no menos destacada es para la propia institución. Su presidente reconoció ayer que en este regreso hay «un componente emocional», porque la pandemia no solo obligó a cerrar las puertas de la Feria de Zaragoza sino que fue necesario aplicar un ERTE a la plantilla. «Daba mucha pena ver la feria vacía, solo ocupada por un hospital dormido que afortunadamente no fue necesario utilizar», recordó Teruel, que aseguró que con Figan se produce también la vuelta de todos los trabajadores de la institución ferial.