En tiempos pretéritos, la inversión inicial para adentrarse en la especialidad era mayor. «Ahora –explica Marcelino– sigue habiendo equipos caros, por supuesto, pero para que una criatura empiece puede hacerlo con un arco simple, de 50 ó 60 euros, mientras que un arco de los buenos para modalidad olímpica puede llegar a los 1.500 euros. Si vas a empezar a competir, la inversión en el equipo completo rondaría unos 500 euros entre arco, maleta, carcaj, flechas, visor y demás. Al empezar, mucha gente recurre a la segunda mano; ahí hay que estar atentos a cuando los buenos tiradores cambian su equipo, porque llevan buen material y sabes que lo ha cuidado. El arco compuesto casi no tiene mantenimiento: cambiar anualmente cuerda y cables, apenas 30 euros. Y las flechas van desde dos euros a 30, según la calidad, claro».

Lo primero es aprender, como en cualquier deporte, y hay que tener licencia para practicar tiro con arco de manera regular. Es un deporte divertido, adictivo... y su técnica ayuda a cultivar una pose esbelta. «El gesto al preparar y tirar –explica Marcelino– ayuda al realce de la figura, y tiene aplicaciones terapéuticas; hay médicos que lo ha recomendado para la rehabilitación en cáncer de mama, por ejemplo, ya que se estiran y fortalecen las fibras del pecho y el tórax; además, no muscula en exceso. Para prepararse basta con hacer repeticiones con mancuernas poco pesadas en las manos. Además, como es imprescindible templar los nervios y concentrarse, controlar bien la mecánica y los movimientos, también fortalece el carácter y la capacidad de serenarse».

De película

Tanto legos en la materia como los arqueros más avezados sonríen con la famosa escena de Robin Hood en el concurso de tiro con arco; Robin gana atravesando una flecha rival situada en el mismo centro de la diana. «Eso no es fantasía, aunque sí muy difícil; yo lo he hecho tres veces en toda mi vida. A ver, vas tirando a 30 metros, llega un momento en que agrupas las flechas y partes una; ahora es difícil, porque el final de la flecha lleva un culatín con un ‘pin’ macizo y si le aciertas rompes el ‘pin’, pero no la flecha; antes, cuando era hueca y llevaba un simple culatín de plástico, metías tu flecha dentro de la otra y quedaba el tubo hecho caracolillos. Es un gran orgullo. Con Nacho Catalán hicimos una demostración en la Feria de Muestras y jugábamos con cosas espectaculares, como apagar una vela con una flecha tirando desde más cerca, o combinar eso con estallar un globo y dar en la diana».

La normativa

Dadas las condiciones de este deporte, y como ocurre con cualquier otra modalidad que entrañe peligro fuera de los lugares específicos de entrenamiento o competición, las reglas son especialmente estrictas con los practicantes. La única licencia válida para la práctica del tiro con arco en España, en todas sus modalidades y situaciones, es la emitida por la Real Federación Española de Tiro con Arco (RFETA) u homologada por ésta, para regular sus propias competiciones, las de las federaciones autonómicas o las de clubes con licencia en vigor.