Una persona circula con su patinete por un carril bici. Coge un bache, vuelca hacia adelante y cae de bruces. Acaba en el hospital con un hueso roto y buena parte del cuerpo dolorido. Este es el retrato de un accidente cada vez más habitual en las calles de las ciudades. La DGT prepara un cambio en la normativa para hacer obligatorio el uso del casco para estos usuarios, ya que el traumatismo craneoencefálico es una de las consecuencias directas de estos siniestros.

Lo saben bien en los hospitales, donde cada vez entran más conductores de estos vehículos. Jorge Albareda, jefe de Traumatología del Hospital Clínico de Zaragoza, asegura que este tipo de accidentes llegan «con mucha frecuencia». «Estamos teniendo muchos casos en los que un usuario de patinete se ha roto algún hueso, porque es un vehículo que va muy deprisa y que tiene ruedas pequeñas, por lo que su estabilidad es menor», señala.

Por lo que están viendo, las lesiones son «más graves que las de las bicicletas», y suelen ser «fracturas de las extremidades superiores y del cráneo». «Cuando se caen, salen despedidos y lo primer que golpea contra el suelo es la cabeza o los brazos, por lo que llegan muchas fracturas de clavícula, del húmero, del codo, de las muñecas y del cráneo», añade para defender la obligatoriedad del casco para proteger al menos la cabeza.

Además, el doctor Albareda estima que al no requerir de esfuerzo físico la edad media de sus conductores es más alta que en el caso de las bicicletas. «Y no es lo mismo una caída en patinete a los 60 años que a los 20», apostilla.

El jefe de Traumatología del Clínico también refleja que casi todas las semanas llega algún atropello de patinete. «A 30 kilómetros por hora, el golpe que se lleva es terrible», apunta.

El Hospital del Mar de Barcelona, tras analizar cerca de 400 accidentes con patinetes en un año, concluyó que uno de cada cuatro accidentados que entraron en el centro médico requirieron cirugía.

Los usuarios zaragozanos temen que esta medida –que podría entrar en vigor en octubre– pueda desincentivar el uso de este medio de transporte. El presidente de la Asociación zaragozana de vehículos eléctricos y de movilidad personal (Azuvemp), Guillermo Royo, admite que el casco es «recomendable» por los riesgos que entrañan estos desplazamientos, pero que no debe ser obligatorio.

Royo reconoce que los patinetes tienen «un riesgo añadido» frente a las bicicletas, ya que al tener las ruedas más pequeñas son «más vulnerables ante baches y grietas de la calzada» y los conductores dejan de prestar atención a otras cosas. «Si esto hace –en referencia a la obligatoriedad del casco– que miles de usuarios vuelvan al coche o a la moto, aumentará la contaminación que causa miles de muertes al año y también los accidentes de estos vehículos, que son muy graves», reflexiona.

Por su experiencia, observa que el uso del patinete se está consolidando en Zaragoza tras su fulgurante irrupción. «Se ven cada vez más, sobre todo en verano, que parece que apetece más», señala.

En su opinión, el número de usuarios se va acercando poco a poco al que tiene la bicicleta. «Es un vehículo que ha venido para quedarse, y más con las políticas europeas de limitar el acceso al centro, la reducción de velocidad... Junto con la evolución de la red ciclista, esto hace que cada vez sea más cómodo ir en patinete. Y cuando lo pruebas y ves que llegas más rápido que en coche, ya no lo dejas», concluye Royo.