ZARAGOZA. La Guardia Civil continúa asestando golpes a los traficantes de marihuana y en solo quince días ha desmantelado tres grandes plantaciones en un radio de treinta kilómetros entre Mequinenza y Fayón, en la provincia de Zaragoza. La última ha sido precisamente en Fayón, donde los agentes localizaron y arrancaron 2.600 plantas que estaban ocultas en un paraje de su término municipal. Las tres tienen en común los difíciles accesos, puntos de vigilancia en altura y rústicos campamentos para residir en la zona.

Según informó ayer la comandancia zaragozana, la operación, bautizada ‘Mayak’, se saldó con un detenido que ya está en prisión y el cultivo desmantelado. No obstante, la investigación sigue abierta para localizar a más implicados.

Los agentes detectaron esta plantación el pasado mes de agosto en una zona a la que únicamente se podía acceder en embarcación, a través del embalse Ribarroja, o bien tras recorrer varios kilómetros a pie, monte a través y por senderos de difícil tránsito. Los traficantes habían dispuesto las plantas en seis bancales a diferentes alturas, que ocupaban una extensión de terreno de unos 3.000 metros cuadrados.

Según la Guardia Civil, también disponía de diversas instalaciones artesanales construidas con troncos de árboles y lonas de plástico de grandes dimensiones, repartidas en diferentes lugares del paraje, que usaban tanto para el secado del cannabis como para la zona de acampada, donde residían los responsables del cuidado de las plantas. Los agentes hallaron balsas de riego con mangueras y bombas de agua conectadas al embalse.

Vigilancia en puntos elevados

Los traficantes habían instalado varios puntos de vigilancia distribuidos por los alrededores del terreno, en zonas de elevada altura, que les permitía detectar la presencia de cualquier persona en el lugar, incluso su aproximación a través de embarcaciones.

El pasado 13 de septiembre la Guardia Civil montó un dispositivo que permitió desmantelar la plantación y detener a un joven de 19 años y nacionalidad albanesa, al que el juez envió a la cárcel por tráfico de drogas.

Para el transporte de las plantas fueron necesarias las embarcaciones del Grupo de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS), con base en Huesca, y del Seprona de la Comandancia de Zaragoza, y una de los Guardas Rurales de Campo.

La investigación fue llevada a cabo por guardias civiles del puesto de Caspe y del equipo Roca y la

Policía Judicial de esta localidad, y han colaborado especialistas del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga de Zaragoza, Seprona, GEAS y la unidad aérea de Huesca.