TERUEL. Las confederaciones empresariales de Teruel, Cuenca y Soria pidieron ayer el apoyo de la sociedad para reclamar juntos la aplicación de rebajas fiscales de hasta un 20% en las industrias implantadas en el medio rural. La Unión Europea autorizó esta medida el pasado mes de abril, pero aún no se ha hecho efectiva por falta de un régimen jurídico acorde con la legislación española.

«Nos va la vida en ello», advirtió el presidente de la Federación de Organizaciones Empresariales de Soria (Foes), Santiago Aparicio, quien explicó que el objetivo es evitar la desertización de los territorios en los próximos años. Las patronales de las tres provincias hicieron balance de sus ocho años de trabajo como entidades fundadoras del lobby europeo Red Sspa (Red de Áreas Escasamente Pobladas), lamentando que las ayudas europeas vía reducción de impuestos no sean aún una realidad.

«Si en 2050 no hay gente en el medio rural para producir alimentos, tenemos un futuro muy complicado, no solo las zonas despobladas, también las superpobladas», advirtió Carlos Mor, asesor del presidente de Ceoe-Teruel. Mor destacó que hay empresas turolenses que se ahorrarían 250.000 euros anuales con las ayudas europeas, lo que se traduciría en más inversión y empleo.

Aparicio relató que las tres patronales se han dirigido en los últimos meses a diversos departamentos ministeriales en busca de un interlocutor para la aplicación del tratamiento fiscal diferenciado y lo único que han conseguido es sentirse «como una pelota de ping pong». «De Hacienda nos mandaron a Reto Demográfico, de allí a Hacienda de nuevo y luego a la Seguridad Social».

Ignacio Villar, vicepresidente de Ceoe-Cepyme Cuenca, recordó que el grupo de presión Sspa ha dedicado 30.000 horas de trabajo y ha recorrido 199.800 kilómetros –cinco vueltas al mundo– en busca de soluciones a la despoblación.