BARCELONA. Un error en la planificación, ya que la vacunación en septiembre está yendo mucho más lenta de lo previsto, sobre todo por la resistencia de los jóvenes, ha provocado que la Consejería de Salud de Cataluña haya tenido que admitir que se le han caducado vacunas contra la covid. El Departamento de Salud no ha cuantificado aún las cifras de las dosis que podrían haberse desperdiciado, pero serían miles si se suman las que están cerca de caducar. La secretaria de Salud Pública de la Generalitat, Carmen Cabezas, admitió ayer que «alguna dosis haya caducado». El departamento catalán de Salud preveía un aumento de la vacunación en septiembre que «no se ha producido» y las dosis se descongelan en función de la previsión de vacunas para las siguientes semanas. Las que han caducado se quedarán en las neveras a la espera de que la Agencia Española de Medicamentos determine si la fecha de caducidad puede ser más larga. «Por ahora está fijado en 30 días», según Cabezas.

Además, el Ministerio de Sanidad informó ayer de que se han registrado 41.751 notificaciones de acontecimientos adversos en la vacunación. De ellos, 300 han tenido como resultado la muerte, aunque la situación clínica previa del paciente ha sido determinante para el fallecimiento en «la gran mayoría de los casos», según un documento de la Agencia del Medicamento.