ZARAGOZA. Después de que la oferta de compra del Real Zaragoza por parte de Spain Football Capital se haya dirigido exclusivamente a los accionistas mayoritarios; es decir, a la familia Alierta, esta semana que viene se presume decisiva para la suerte de la operación.

Los abogados de la parte que ha recibido la propuesta de adquisición de los títulos accionariales del Real Zaragoza, han solicitado el certificado de solvencia de Spain Football Capital para abordar esta operación de compra, un requisito sobre el que, según fuentes de la operación, se sigue debatiendo.

Los letrados de una y otra parte, de la familia Alierta y de Spain Football Capital, trabajan asimismo en diferentes líneas de la compleja operación societaria con el propósito de que la transacción pueda firmarse, y, por tanto, hacerse efectiva, en el plazo de dos o tres semanas.

De acuerdo con este planteamiento, reciben la oferta de compra de acciones del Real Zaragoza la sociedad de inversión Prado de Altaoja, que controla César Alierta, y también Fernando Sainz de Varanda, que posee a título personal alrededor de un 1,5% del capital social del club y que es la clave para configurar las mayorías societarias. Quedan fuera de esta oferta de adquisición los accionistas minoritarios, aunque alguno de ellos haya trasladado que se encuentra en posición vendedora respecto a su participación en el club.

En este contexto, Ander Herrera habló en la madrugada de ayer en el programa radiofónico ‘El Larguero’, de la cadena Ser, donde reiteró su voluntad de entrar en el club aragonés; pero no para hacerse con un paquete significativo de acciones de la sociedad anónima deportiva aragonesa. Según señaló el propio Herrera, «comprar el Real Zaragoza son palabras mayores», por las elevadas exigencias financieras que comporta asumir un pasivo de alrededor de 70 millones de euros y unos déficits de caja recurrentes que obligan a enormes esfuerzos económicos todas las temporadas. El jugador del Paris SaintGermain y el exportero César Sánchez están dispuestos a invertir entre 2 y 3 millones de euros, para, en principio, disponer de una participación accionarial que no sea relevante en el capital social del club y tener –eso sí– un papel de marcado peso en la dirección del área deportiva de la entidad. Asesorados por agentes de banca de inversión a nivel internacional, Herrera y César Sánchez confían en que su propuesta pueda tomar cuerpo en torno al mes de noviembre, antes del mercado de invierno.