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La fiesta del ciclismo

● La XXX edición de la Marcha Cicloturista Quebrantahuesos se celebra hoy con 6.000 participantes y la mirada puesta en el cielo por la amenaza de lluvias

LAURA ZAMBORAIN

SABIÑÁNIGO. Con la vista puesta en el cielo, los 6.000 participantes de la XXX Marcha Cicloturista Quebrantahuesos tomarán la salida hoy en lo que será la vuelta a la normalidad’ de esta gran fiesta del ciclismo que se ha podido retomar 27 meses después de la última edición, la del 2019. Va a ser un evento diferente y especial, pero que al final convertirá como cada año a Sabiñánigo en la capital mundial del cicloturismo. Y las cifras así lo avalan, porque aunque se ha reducido el número de participantes, la asistencia va a ser muy importante: 4.800 ciclistas en la Quebrantahuesos y 1.200 en la Treparriscos de 25 nacionalidades y sobre 700 voluntarios tanto en España como en Francia.

Ese ambiente ciclista típico de la celebración de esta marcha ya comenzó a notarse ayer en la capital serrablesa, donde las calles fueron un ir y venir de ciclistas que acudían al espacio Pirenarium, donde se ubica la zona expo y donde pudieron recoger sus dorsales. Todo estuvo muy bien organizado para que no se produjeran aglomeraciones, ni a la entrada al recinto ni a la hora de recoger los dorsales.

Los participantes de la Quebrantahuesos deberán hacer frente a los mismos puertos de siempre, Somport, Marie Blanque, Portalet y Hoz de Jaca, que se incluyen en un recorrido de 200 kilómetros y un desnivel total de 3.500 metros a lo largo del Pirineo aragonés y francés. La Treparriscos tiene un recorrido de 85 kilómetros y un desnivel total de 1.350 metros, a través de territorio español. La ruta incluye dos puertos de montaña, el puerto de Cotefablo y el alto de Petralba.

Pero lógicamente, la meteorología no será la misma ahora que en junio, aunque en sus fechas normales también ha habido ediciones de mucho frío. En este sentido, se espera lluvia por la mañana, y una previsión mejor en la parte española que francesa. Y también por celebrarse ahora en septiembre, es de valorar la participación de la gente «ya que estamos en unas fechas en las que las marchas han finalizado y la gente ahora descanta, porque la temporada fuerte es en mayo y junio», señala Fernando Escartín, presidente del Club Ciclista Edelweiss, organizador de la marcha junto a Octagón.

En esta XXX edición «tenemos la mitad de gente y en ese sentido hay un poco de pena porque estamos acostumbrados a otros niveles de participación altísima, pero aun con todo, los 6.000 son muchos y no hay ninguna prueba en España que tenga esta participación», destaca.

Como ya se ha puesto de manifiesto, esta es la edición más complicada, «porque al principio estábamos con las dudas, no sabíamos cómo iba a evolucionar la pandemia, y en mayo retomamos la posibilidad de retomarla, sobre todo porque la Comarca Alto Gállego y el Alto Aragón se lo merece, el impacto económico es muy grande y es lo que nos ha impulsado a organizar la marcha», añade.

Los ciclistas que hoy a las 8.00 tomarán la salida de la Quebrantahuesos y a las 8.45 de la Treparriscos también tienen muchas ganas de volver a esta «normalidad relativa» y volver a rodar por las carreteras tanto españolas como francesas. «Tuve dudas por temas de trabajo de poder venir ahora en septiembre, pero lo he podido solucionar y aquí estoy, un año más en la que será mi quinta Quebrantahuesos», subrayaba Gonzalo Malo, de Madrid, tras recoger su dorsal. Se mostró muy ilusionado porque «no tenía muy claro que finalmente se pudiera hacer, ya que creo que la incertidumbre ha sido igual para todos». Y ahora solo falta «disfrutar, acabarla bien y confiar en que el próximo año podamos estar los 12.000 ciclistas que todos los años se juntan en esta marcha», añadía.

Miedo a la lluvia

Otros participantes, por su parte, se van a estrenar en la prueba reina, como es el caso de José Fernández, de Málaga. «Tengo muchas ganas de hacer la Quebrantahuesos, conozco parte del recorrido de haber venido por aquí de vacaciones, pero es la primera vez», señalaba. Lo que le llevó a inscribirse fue «la fama que tiene, por lo bien organizada y ser una prueba emblemática a nivel nacional». Así que para él, «acabarla será un éxito». «En España tenemos muy buenas pruebas, esta es de las mejores y seguro que una vez hecha querré repetir», aseguraba. Aunque también hay miedo «por el tema de la lluvia». Ha acudido a Sabiñánigo acompañado de un grupo «bastante grande» de amigos, «que ya la han hecho varias veces».

En cuanto al protocolo establecido, el público no podrá acercarse demasiado a los participantes, deberá mantener la distancia de seguridad y llevar mascarilla. Los ciclistas llevarán la mascarilla hasta un minuto antes de la salida y ponérsela cada vez que necesiten asistencia técnica o se acerquen a los avituallamientos. Además de haber tenido que reducir el número máximo de participantes, no habrá comida final para los deportistas, ni carpa de fisioterapeutas, los avituallamientos también serán diferentes -se entregará una bolsa con la bebida y comida, en lugar de poder elegir- y a la feria sólo pueden acceder los ciclistas con un código QR.

Los voluntarios son parte fundamental de esta prueba y este año también serán algunos menos que en ediciones anteriores, pasando de 1.000 a unos 700. Todos los años al finalizar la marcha, celebraban una cena que este año, debido a las circunstancias, se hará más adelante.

DEPORTES

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2021-09-18T07:00:00.0000000Z

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https://lectura.kioskoymas.com/article/282372632747155

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