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Ronal Ibérica propone un ERTE para toda su plantilla por la crisis de los microchips

La empresa, con 510 trabajadores, quiere reducir su producción un 33%

L. R.

TERUEL. La dirección de Ronal Ibérica, la industria con la mayor plantilla de la provincia con sus 510 trabajadores, plantea al comité de empresa un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para reducir la producción un 33% y paliar así la caída de la demanda de llantas de aluminio por el parón de la fabricación de automóviles, derivado, a su vez, de la escasez mundial de microchips.

La dirección y la representación sindical de los trabajadores se reunirán hoy, martes, para iniciar la negociación del ERTE, propuesto para una duración de seis meses. La empresa plantea que, de la totalidad de la plantilla, se excluyan 60 trabajadores, que no se verían afectados por el recorte de actividad.

El secretario de la sección sindical de CC. OO. en Ronal, Jesús Puche, se mostró ayer dispuesto a negociar el expediente de regulación con la dirección, pero manifestó su intención de conseguir que la reducción de la jornada afecte a la totalidad de la plantilla, sin excepciones.

Como una primera medida para reducir la producción, la empresa ha procedido a 23 despidos objetivos, un recorte insuficiente para compensar el bajón de la demanda con la ralentización de la fabricación de coches por falta de microchips.

Ronal Ibérica cuenta con dos plantas de producción en la capital turolense, y ambas se verán afectadas por el ERTE. La más nueva de las dos fábricas abrió sus puertas hace solo cuatro años tras una inversión de 100 millones de euros.

Entre los principales clientes de la compañía, figuran las firmas automovilísticas más representativas del país, como la factoría de Ford en Almussafes (Valencia), Stellantis en Figueruelas (Zaragoza), Mercedes en Vitoria o Renault en Valladolid.

Sin embargo, el principal comprador de la empresa turolense es Seat, que consume el 40% de su producción de llantas de aluminio y que se encuentra inmersa también en la negociación de un ERTE por falta de microchips.

El problema causado por la escasez de este componente golpea también duramente a la fábrica de Stellantis de Figueruelas, que ha suspendido el turno de noche desde hoy, lo que deja en el aire el empleo de los 650 trabajadores afectados. La salida para estos empleados podría pasar por un ERTE o por traslados a otras plantas del mismo grupo automovilístico.

Ronal Ibérica afrontó un ERTE en marzo de 2020 con la irrupción de la pandemia y que comportó la paralización de la producción. La dirección y los sindicatos pactaron suspender la producción por fuerza mayor y en las fábricas solo quedó un servicio mínimo de mantenimiento.

En mayo de 2020, la empresa y el comité iniciaron las negociaciones para un segundo ERTE para toda la plantilla y hasta la finalización del año. Sin embargo, la mejora del mercado permitió aparcar este nuevo recorte de actividad.

TERUEL

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2021-09-21T07:00:00.0000000Z

2021-09-21T07:00:00.0000000Z

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