ZARAGOZA. Más de un centenar de personas, entre familias y profesores del colegio público María Moliner de Zaragoza, se manifestaron ayer a las puertas del centro para reclamar a Educación una auxiliar de infantil, un profesional con el que han contado en la última década. Tiene dos aulas de 3 años con 19 niños cada una.

«La falta de una auxiliar nos obliga a los padres a entrar a la escuela a cambiarles los pañales o la ropa cuando nos llaman», criticó la portavoz de la ampa, Mamen Abadía. Comprenden que la maestra no llega a atender a todos los pequeños y denuncian el «contrasentido» que supone tener que acceder a las instalaciones por este motivo cuando lo tienen prohibido por el coronavirus.

Las familias arguyen que Educación fija la contratación de este trabajador cuando hay dos vías, con ratio entre 18 y 20 alumnos, siempre que exista un informe motivado de inspección. Desde Educación apuntaron que se concede cuando el número de escolares es de media 21 o más de 21 en cada una de ellas.