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La gran traición del ministro Planas

Si las ayudas públicas, la PAC, no defienden lo que siempre se ha llamado la agricultura familiar, acabarán con los agricultores tal y como los conocemos

José María Alcubierre

La expectativa es la peor de las esperanzas para el ser humano, y las filtraciones que nos llegan del Ministerio de Agricultura –en ocasiones por los medios de comunicación veteranos, especializados en el sector agrario– ya no pueden ser peores.

El ministro Luis Planas, que nos dio esperanzas en declaraciones y conferencias sectoriales, años atrás, y al que animábamos a la valentía en busca de una reforma de la PAC, que revierta la constante desaparición de profesionales de la agricultura y la ganadería, y por supuesto de la defensa de la agricultura familiar, ha abandonado a los hombres y mujeres que nos la jugamos diariamente.

El ministro de Agricultura, Luis Planas, nos ha traicionado, con el beneplácito del Gobierno de España, ya que no solo apuesta por mantener la filosofía de la actual PAC, sino que ahonda en fórmulas para desproteger todavía más a los profesionales. Posicionamientos como el de agricultor genuino, donde el mero hecho de cobrar un euro de ayudas PAC te define como agricultor; la insistencia interesada en el mantenimiento de los mal llamados derechos históricos –no se puede admitir que el dinero público se gestione así–, con una convergencia que se mantiene en el tiempo sin discriminar la actividad ni la dependencia; la fruta y hortaliza ni están ni se les espera, igual que la ganadería sin base territorial; y, como remate de la jugada, la ayuda redistributiva o pagos acoplados, que van como un torpedo a la línea de flotación de la agricultura social profesional y familiar.

Así pues, el análisis es muy duro, el ministro Planas y el Gobierno de España han hecho oídos sordos al planteamiento de Aragón, eso, o los negociadores del Gobierno de Aragón no han tenido ni la habilidad, ni la estrategia, ni el acierto para que se nos tome en cuenta en Madrid. Una postura que estaba pensada en la defensa de las personas que viven y trabajan de y por la agricultura y la ganadería, no en los cheques territoriales o personales, como defienden otras comunidades.

Aquellos a los que se les llena la boca de políticas de Estado miran hacia otro lado para defender posiciones y privilegios de las políticas agrarias, algunos incluso pretenden desviar la atención, queriendo cambiar el sistema de libre mercado o el propio sistema capitalista, pidiendo el extremo o la utopía. Pero hacen lo posible para no cambiar una ley o un plan estratégico PAC, para que así, escondidos entre los discursos vacíos y utópicos, puedan seguir manteniendo privilegios de esta injusta PAC; y, mientras tanto, miles de profesionales se nos quedan cada año por el camino.

Este comienzo de campaña se nos está poniendo difícil por todos los sitios. Los precios de los combustibles, abonos, fertilizantes o herbicidas, incluso el del hierro, no paran de subir y eso se nota en nuestras casas. La fauna silvestre amenaza cada año más explotaciones, en especial los conejos, y los depredadores están incrementando su presencia en nuestro territorio, como hemos visto este verano en la Jacetania.

Muchas son las amenazas que nos llegan y estamos en la recta final de lo que puede ser un lastre o un salvavidas para la futura década. Si las ayudas públicas, la PAC, se escriben para defender un modelo profesional, competitivo y productivo desde un prisma social, es decir, lo que siempre se ha llamado la agricultura familiar, podremos afrontar amenazas que nos lleguen del mercado. De lo contrario, se acabará con las agricultoras y agricultores tal y como los conocemos.

Por ello, ha llegado el momento de apretar, es la recta final de la negociación, y es cierto que los augurios no son buenos, pero no podemos permitir que la propuesta de este ministro siga adelante y traicione a la agricultura familiar y profesional. No podemos flaquear ahora, la postura coherente, racional y justa que desde UAGA-COAG estamos defendiendo tiene que seguir haciéndose oír; y en este tramo final de la negociación con más fuerza en Aragón y en Madrid. Los que nos la jugamos, la gente de UAGA-COAG hemos de salir a gritarlo, a reivindicarlo, ahora. No podemos quedarnos en la protesta cuando la norma esté ya escrita. Aún no es tarde, el momento es ahora. La coherencia ha de abrirse paso. Sigamos en la lucha.

«Los precios de los combustibles, abonos, fertilizantes... no paran de subir y eso se nota en nuestras casas»

TRIBUNA

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2021-09-22T07:00:00.0000000Z

2021-09-22T07:00:00.0000000Z

https://lectura.kioskoymas.com/article/281857236678693

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