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El avance de la lava se ralentiza y amenaza a decenas de edificaciones

El magma volcánico avanza más lentamente en La Palma, donde ya ha arrasado casi 200 casas. Aún no hay estimación oficial pero se calcula que los daños por la erupción superarán los 400 millones de euros.

MADRID. El magma del volcán de La Palma avanzaba a paso más lento ayer por la tarde, entre 120 y 150 metros por hora según los técnicos, pero su voracidad no remite. Al cierre de esta información se había tragado 185 edificaciones, incluidas 63 viviendas –la cifra subirá al alcanzar la lengua de fuego el pequeño pueblo de Todoque, de unos 1.200 habitantes–, arrasado 400 explotaciones agrícolas, invadido carreteras y hecho añicos unas 200 infraestructuras. Las autoridades aún no han hecho una estimación oficial de los daños aunque, según el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, serán «muy superiores».

Los agricultores y ganaderos, a los que se ha impedido por razones de seguridad el paso a sus propiedades, observan cómo el muro de lava (de entre seis y diez metros de altura según las zonas) se lleva por delante canales de riego, acequias, tuberías y balsas de suministro. Un cálculo de la asociación COAG indica que la superficie agraria útil que se verá dañada por la marcha del magma podría alcanzar las 400 hectáreas: 300 de plataneras y casi el resto viñedos y aguacates.

Una escuela en Los Llanos de Aridane a la que acudían 23 alumnos quedó calcinada por la pulsión destructora del magma, que cuenta con una novena boca eruptiva en Tacande. Comenzó a expulsar material incandescente la noche del lunes y se ha abierto a 900 metros de la principal. No obstante, al anochecer los expertos hablaban de cuatro bocas principales activas (incluida la nueva) y dos lenguas o coladas, una al sur casi sin movimiento y la otra que avanza hacia el mar. Es la que amenazaba con arrasar Todoque, último núcleo urbano en su camino antes llegar al Océano Atlántico. Los vecinos de la zona, mientras, se afanaban en recoger sus pertenencias para marcharse y, si daba tiempo, cargar también con los animales que pudieran.

El río de lava y humo ya ha obligado al desalojo de más de 5.700 vecinos y dejado un manto de tierra carbonizada que ocupa una superficie de 103 hectáreas, según las imágenes que proporciona el satélite europeo Copérnicus. Respecto a la actividad sísmica, el martes hubo cuatro temblores más, entre 3,2 y 3,8 grados. Pese a ello, no dejaron de llegar curiosos que quieren ver el fenómeno de cerca. Incluso hubo atascos de en la zona de El Paso camino de Cumbre Vieja. El Cabildo de La Palma sancionará a los que se acerquen al volcán o a la lava.

Vapor y gases tóxicos

El Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) certificó que la masa de lava se va ralentizando. La media ayer fue de 200 metros por hora, cuando el lunes lo hacía a 700. En caso de alcanzar finalmente el mar –la última estimación indicaba que podría ser avanzada la madrugada–, la lava provocará una violenta reacción química, similar a cuando se vierte agua en una sartén con aceite hirviendo. Desprenderá una ingente masa de vapor y gases tóxicos, cloro incluido, además de registrarse algunas explosiones. Si llega a sumergirse en el mar, es posible que lo haga en Playa Nueva, cerca de Tazacorte. Por esta razón se ha incrementado el perímetro de exclusión a dos millas náuticas, al tiempo que prohíbe acceder al lugar por seguridad.

En medio del desastre, la comunidad científica aprovecha la oportunidad para estudiar un fenómeno que no sucedía en España desde hace 50 años. Un buque del Instituto Español de Oceanografía (IEO) ha puesto rumbo hacia La Palma para investigar los posibles efectos de la desembocadura de la lava en el océano. Las emisiones volcánicas han dejado escapar entre 8.000 y 10.000 toLos

neladas diarias de dióxido de azufre a la atmósfera.

En todo caso, los expertos insisten en que no hay manera humana de calcular cuánto durará la actividad volcánica. En 1586, el Tehuya, en La Palma, estuvo vomitando rocas candentes durante 84 días. En cambio, la última erupción, la del Teneguía registrada en 1971, duró 24.

«Quiero ratificar la necesidad de la mayor de las precauciones con un volcán que está activo. Frente a él no se puede hacer nada», alertó el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres. Unas 540 personas, entre miembros de la Guardia Civil, Policía y UME velan por la seguridad. El Gobierno ha comenzado los trámites para declarar la isla zona catastrófica.

A la vista de que las pérdidas materiales sobrepasarán los 400 millones de euros, el 1% del PIB de la isla, La Palma podrá acogerse a los fondos de solidaridad de la UE. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dijo que la gestión de la crisis no acabará cuando la lava llegue al mar. «Terminará –insistió– cuando reconstruyamos todos los destrozos provocados por la erupción del volcán».

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