SAN SEBASTIÁN. El director Fernando León de Aranoa, que compite en el 69 Festival de San Sebastián con ‘El buen patrón’, afirmó ayer que el humor con el que aborda en este filme la precariedad laboral y cómo las relaciones laborales se mezclan con las personales es «la mejor manera de acercarse a casi cualquier cosa» ya que tiene algo de «catárquico, parece una forma de vencerlas».

León de Aranoa, acompañado del protagonista del filme, Javier Bardem, y de gran parte del reparto (formado por, entre otros, Manolo Solo, Almudena Amor y Óscar de la Fuente) y del productor Jaume Roures, señaló que «siempre» ha intentado que el humor esté presente en sus películas, pero en esta historia, en concreto, sentía que «no había que frenarlo. Sentía que era la mejor manera de contar esta historia, con sus ángulos, el paisaje del empleo tan deteriorado y la medida en que las relaciones laborales se mezclan con las personales», explicó. Preguntado sobre el tópico que aparece en unas de las escenas sobre la crítica a la falta de subvenciones al cine, el cineasta subrayó que lo añadió en el montaje, no aparecía en el guión, y ha sido «un pequeño ajuste de cuentas personal e íntimo». «Llevamos mucho escuchando ese tópico», en alusión a la queja que hace el personaje protagonista, el empresario, el patrón, Julio Blanco, interpretado por Bardem, de que el cine y la cultura aglutinan todas las ayudas públicas que echan en falta las empresas. «Por mucho que se explique en serio es igual, no se consigue aclarar, por eso pensé que riéndonos un poco quizás somos capaces de explicarlo mejor», apuntó.

En relación a cómo se inspiró para crear el personaje de Julio Blanco, León de Aranoa dijo que «siempre hay historias que te pasan cerca, que tienen que ver con una manera de manejarse, con entrar en la vida de los trabajadores para que haya ese equilibrio trucado, entrar cada vez un poco más en la vida de ellos». «Me parece que regalaba mucho humor y permitía hablar de esa relación entre lo personal, lo laboral y lo precario de los trabajadores en esa empresa», añadió. Por otro lado, afirmó que con este filme no pretendía «tocar los imposibles» como la subida del salario mínimo interprofesional, ni elaborar «un tratado sobre el empleo». «Lo que manda es la ficción, los personajes», remarcó.

«Un regalo para el actor»

Por su parte, Bardem comentó que «cuando la escritura es tan fina, tan honda y tan bien creada» como en este guión, interpretarlo es «un regalo para el actor».

Sobre la personalidad de Julio Blanco, señaló que, «algo» de él también tiene. «No he matado a nadie, pero cuando haces ‘No es país para viejos’ tienes que sacar una parte tuya que sería capaz de matar», apostilló. Bardem explicó su preparación del personaje desde el trabajo de «recuerdos, emociones y posibilidades de ser otra persona». «Todos tenemos esa capacidad de niños, luego lo vamos soterrando, matando... El actor tiene que empatizar con el personaje, ya que juzgarlo no ayuda a la interpretación», recalcó.

Bardem confesó que se lo ha pasado «muy bien» haciendo este papel. Finalmente, preguntado sobre el éxito, opinó que sería necesario «revisar» esa palabra, porque «hay muchas ocasiones para hacer un abuso de poder, sea cual sea el trabajo que hagas, pero no sé si eso es éxito o lo es estar bien con uno mismo y ser éticamente sano con uno mismo». «Me gusta creer que la gente es buena y la gran mayoría se porta bien», concluyó. para los chanchullos y el alelado excompañero del primero, con enorme suerte y el único con empleo. La narración se complementa con las entrevistas individuales fuera del local, recurso del falso documental recurrente en el género, y las secuencias a modo de incisos para dar más detalles.

Al curioso filme se le perdona el lado fallido de los guiños cómicos a la pandemia que vendría (la historia acontece en 2019). La intención humorística final es resaltar que todo aun puede empeorar más, pero antes de articular la cuestión las referencias se tornan insistentes.

‘EL CLUB DEL PARO’ ★★★

Guión y dirección: David Marqués. Fotografía: Guillem Oliver. Música: Juanma Redondo. Intérpretes: Carlos Areces, Fernando Tejero, Eric Francés y Adrià Collado. Comedia, 83 minutos. España, 2021