ZARAGOZA. El pequeño estadio Anxo Carro de Lugo aguarda al Real Zaragoza el próximo domingo a las 20.30, en lo que será el siguiente paso en la liga, la jornada 7, la última de septiembre.

Nace el otoño meteorológico, con tendencia tantas veces a la incandescencia en la última década zaragocista, y el devenir de los acontecimientos ha hecho que este duelo en tierras gallegas reúna a los lucenses, ubicados en el puesto 18º de la clasificación, con los zaragocistas, que les siguen en la plaza 19ª. Es decir, a los dos, su dubitativo inicio de curso los ha dejado anclados en la parte baja de la tabla, con un balance gemelo de marcadores: una sola victoria, tres empates y dos derrotas por bando, con un saldo de 6 puntos de los 18 dirimidos hasta hoy.

Por el fino hecho del diferencial goleador (‘golaverage’), el Lugo está fuera de los cuatro últimos puestos –es quinto por la cola–y el Real Zaragoza pisa por primera vez la zona roja, la del descenso, en esta nueva campaña. Un lugar que tanto visitó y merodeó en la temporada anterior hasta poder salir del mismo in extremis y tras un largo sufrimiento. Es, por ahora, un dato meramente informativo, con una buena dosis de transitoriedad dado que resta un mundo hasta la meta final. Pero es.

Lugo y Real Zaragoza afrontarán el partido del domingo, por ello, con ciertas urgencias de caracter puntual, más que nada para evitar derivaciones nerviosas que el fútbol suele acarrear cuando el cúmulo de no victorias se hace más o menos grande.

Los zaragocistas únicamente han ganado en Alcorcón (1-2). Los gallegos firmaron su triunfo único hace unos pocos días, derrotando 3-2 en el citado Anxo Carro al otro equipo aragonés, la SD Huesca.

El equipo blanquillo sumó también puntos a través de tres empates: 0-0 con el Ibiza y 1-1 con la Real Sociedad B en La Romareda

y, fuera de casa, el 1-1 de Fuenlabrada. Por su parte, el Lugo también igualó tres de sus duelos: 0-0 frente a la Real Sociedad B como locales y, fuera de Galicia, 2-2 en Oviedo y 1-1 en Fuenlabrada.

Las dos derrotas de los de Jim llegaron en Valladolid, 2-0, y en La Romareda por 0-1 frente al Cartagena. Los dos días en los que el Lugo cayó abatido fueron en casa ante el Valladolid (0-2) y el pasado fin de semana por 2-1 en Cartagena. Una gran casualidad: los verdugos fueron exactamente los mismos.

Son dos trayectorias semejantes que, además, han tenido lugar en su mayor parte frente a los mismos rivales unos y otros, por lo que el análisis, el cotejo, es bastante fiel: son dos equipos de rendimientos parejos en esta prematura fase del torneo.

El matiz que puede diferenciarlos radica en la cantidad de goles que hay en los partidos de los rojiblancos y la que se da en los de los aragoneses. Hay más tantos con el Lugo en juego que con el Real Zaragoza sobre el césped. Los chicos que entrena el emergente Rubén Albés, un técnico de 36 años, han marcado 7 tantos y han encajado 9. Los de Jim, solo han metido 4 dianas, por 6 recibidas. Tiene, a fecha de hoy, más clarividencia goleadora el Lugo que el Real Zaragoza. Por el contrario, presenta mayor blandura defensiva el cuadro gallego que el blanquillo.

El domingo, en el particular campo lucense a orillas del Miño, estos dos equipos pugnarán por salir de una zona incómoda de la clasificación, aunque aún sea pronto para que el pulso se acelere en demasía. Quien lo logre, de paso, logrará el retruque de meter en más zozobras al contrincante. Si se da un empate, Lugo y Real Zaragoza seguirán de la mano, al mismo paso, alejados ostensiblemente de las expectativas que los dos soñaron durante el verano.