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Las dos olas de calor dejan en Aragón un incremento de las asistencias urgentes y de la mortalidad

● En junio y julio se han registrado 135 atenciones en urgencias por patologías relacionadas con las altas temperaturas

ZARAGOZA. Las dos oleadas de altas temperaturas que ha registrado Aragón en junio y julio han impactado tanto en la asistencia urgente como en la mortalidad. Así se desprende de la primera evaluación del Plan de Vigilancia de los Efectos del Exceso de Temperaturas sobre la Salud en Aragón, elaborado por la Dirección General de Salud Pública del Departamento de Sanidad, tras analizar estos dos meses. El director general de Salud Pública del Gobierno de Aragón, Francisco Javier Falo, precisó ayer que en la Comunidad se ha observado un incremento de las patologías relacionadas con las altas temperaturas, con 135 atenciones en urgencias en este periodo, frente a las 49 en 2021. De ellas, 85 han sido por golpe de calor o insolaciones, 30 por síncope de calor, nueve agotamientos por calor, cinco por fatiga y el resto, por diferentes patologías, como edemas o calambres.

Estos aumentos de temperatura coinciden, un año más, con un incremento en los registros de urgencias. En los hospitales, los valores se acercan a los de temporadas previas a la covid, con cifras en torno a las 9.500 asistencias semanales de todo tipo, excepto un notable incremento en la semana del 20 al 26 de junio, cuando se registraron casi 11.000 urgencias.

Las urgencias atendidas por el 061, al igual que en las temporadas 2020 y 2021, estuvieron muy por encima de los límites esperados, con un pico registrado entre el 18 y el 24 de julio, con 4.123 asistencias semanales frente a las 2.800 de media de los siete años anteriores. Respecto a la mortalidad, en siete de las nueve semanas de vigilancia en Zaragoza, la mortalidad ha estado por encima del umbral esperado en todas las edades y en seis semanas en mayores de 64 años. Esto sugiere que, como en las urgencias, el número de defunciones aumenta durante las temporadas de calor. Por ejemplo, en Zaragoza capital, la mortalidad se disparó entre los mayores de 64 años la semana del 18 al 24 de julio, con 188 fallecimientos frente a los 115 de media de los últimos siete años. En Teruel, por su parte se registraron en 22 fallecimientos frente a la media de 12. Y lo mismo sucedió en Huesca, en la semana del 20 al 26 de junio, con 18 muertes de personas de más de esta edad frente a las 12 de media.

Según refleja el informe, apuntó el director general de Salud Pública, si hace calor, a la semana sube la mortalidad, «con unos números muy claros». «Establecer causalidad es muy complicado, pero si esto se produce de manera sistemática evidentemente una parte de la sobremortalidad –dijo– es atribuible al calor». La población más afectada por este incremento de la mortalidad, adelantó, ha sido la de mayores de 80 años, o de 65 en general. En cuanto a otras patologías relacionadas con el calor, tienen más incidencia en otros colectivos, como aquellas poblaciones en edad laboral que realizan actividades en el exterior. Falo reconoció que aunque el mayor pico de mortalidad se produce en invierno, ligado a las patologías por el frío y a las infecciones respiratorias, se va consolidando un segundo pico más moderado asociado al calor: «Está claro que la tendencia los próximos años es a que los veranos sean cada vez peores desde un punto de vista de temperaturas. Tendremos que hacer una nueva reflexión y adaptarnos».

ARAGÓN

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2022-08-10T07:00:00.0000000Z

2022-08-10T07:00:00.0000000Z

https://lectura.kioskoymas.com/article/281642488945911

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