Es la una del mediodía y el centro cívico Laín Entralgo comienza a llenarse de personas que aprovechan para tomar un vermú, jugar a las cartas o simplemente compartir algún chascarrillo entre amigos antes de entrar al comedor. Algunos son habituales, tanto que ya llevan quince años acudiendo a estas instalaciones. También los hay que vienen desde otros centros, como el de San José, que permanecen cerrados por tratarse de agosto.

Por primera vez, el Ayuntamiento ha extendido el servicio de comedor a este mes en dos centros, el de La Jota y el Laín Entralgo. Allí se sirvieron ayer 44 menús compuestos de patatas a la riojana y merluza al horno con cebolla. Mientras que hoy tocará, por un precio de 4 euros, fideos al wok con pollo y verduras y albóndigas a la jardinera. Un menú para todos los gustos que se hace teniendo en cuenta las necesidades nutricionales de este colectivo y con el que Pilica, una zaragozana de 78 años que desde hace cuatro –pandemia mediante– casi nunca se pierde una de estas comidas, se mostraba «encantada».

Para ella, el punto fuerte de este servicio es que le evita cocinar al mediodía y todas las tareas que eso conlleva. «Conocer gente me da igual, lo que no quiero es trabajar», espetaba entre risas mientras se dirigía a su mesa.

Para otros, no obstante, socializar con el resto de usuarios es una parte indispensable de acudir a este tipo de centros de convivencia. Carmen, que aguardaba junto a su madre Manuela para acceder al comedor, explicaba que, aunque era la primera vez que asistía a comer, sí que es asidua del resto de servicios del centro. «Conoces a los profesores de los talleres y te lo pasas muy bien», aseguraba.

Dar un soporte a las personas que, de otra forma, tendrían que comer solos, y permitirles formar amistades y conocer gente es una función fundamental del Laín Entralgo, según remarcaba su directora, Laude Contreras. «El objetivo es que estén en compañía y asegurarles una alimentación equilibrada. Muchos vienen solos y forman su grupo, pero también acuden matrimonios», resumió, tras asegurarse de que los usuarios estaban en sus asientos listos para comenzar con el menú.