HUESCA. Huesca triplica su población con cerca de 100.000 visitantes los dos primeros días de las Fiestas de San Lorenzo y así quedó ayer reflejado en la multitudinaria cabalgata que, después del lanzamiento del cohete anunciador de los festejos, emprendió el camino hacia la basílica dedicada al patrón de la capital oscense a través del Coso.

Hace casi 20 años que el desfile conduce a las peñas a la plaza de San Lorenzo, donde a las 13.30, según el programa, los representantes de una de las seis peñas (es rotatorio) colocan una pañoleta con el escudo de las seis entidades alrededor de la escultura del mártir que preside la fachada principal del templo. Esta vez, dicho acto también fue histórico, sin pretenderlo.

A los miles de personas que participaron en la cabalgata, que encabezó la Banda de Música de Huesca, se sumaron los también miles de espectadores que contemplaron el paso de una de las máxima expresiones laurentinas desde las aceras y los balcones y ventanas. Parte del público pudo seguir el paso de la comitiva desde las terrazas de los bares bajo la protección de las sombrillas.

Cerca del cruce del Coso Alto con la plaza de Lizana, cuatro mujeres esperaban expectantes. Eran de Sevilla y aunque una de ellas, Inma Vilches, vive en Huesca desde hace cinco años, para todas era su primer San Lorenzo. «Nos han dicho que las fiestas son muy bonitas, que se está todo el día en la calle y que hay actos para todas las edades y que te pueden echar vino», comentó Rosa Domínguez, cuñada de la anfitriona. De blanco y verde y moviendo el abanico con arte, Magdalena Vilches y Magdalena Cisneros, hermana y madre de Inma, estaban dispuestas a no perder detalle. «Hemos venido 15, nosotros nos hemos quedado aquí pero los demás han subido a la plaza», indicaron.

El desfile comenzó minutos después de las 12.00 y siguió su propio ritmo. A los músicos les siguieron los entregados componentes de Batucada Sambalá, que pusieron a bailar incluso a quienes estaban sentados. Imposible resistirse a los tambores.