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MONTAÑERO

Carlos Pauner

ZARAGOZA. El alpinista jacetano Carlos Pauner, que regresó el lunes a España de su última expedición al Korzhenveskaya (Tayikistán), en la que no consiguió hacer cima al verse sorprendido por una avalancha, se siente «triste» por no haber podido alcanzar su objetivo, pero «contento» por salvar su vida y «satisfecho» por haber sabido hacer «una lectura adecuada» de la montaña. Su compañero en esta fallida aventura fue Andrés Vilalta.

El jaqués apuntó ayer, en una rueda de prensa, que la expedición comenzó «torcida» porque al campo base del que partía solo se puede acceder en helicóptero, que no acude todos los días, por lo que empezaron con retraso. También indicó que se acabaron los suministros y pasaron «bastante hambre». Cuando en el tramo entre el campo base 1 y el 2 reventó un glaciar y el camino se convirtió en «un río de piedras y agua negra», aseguró Pauner, supieron «leer» las condiciones de la montaña y decidieron «dejar de apretar» y darse la vuelta «a pesar de las horas de entrenamiento y de las ilusiones».

«Tuvimos suerte porque media hora más tarde nos habría cogido y no estaríamos aquí», explicó Pauner, aunque afirmó que no tuvieron la misma fortuna al ver «destrozada» la ruta que pensaban hacer «delante de sus ojos». Además, en relación con las consecuencias del cambio climático, indicó que algo falla al ver «cómo te salvas por los pelos» en una montaña que no resulta peligrosa, pero cuyo nivel de riesgo es «equiparable al de montañas conocidas internacionalmente por su peligrosidad». «La expedición ya comenzó torcida porque al campo base solo se podía acceder en helicóptero y empezamos con retraso»

«El camino se convirtió en un río de piedras y agua negra. Nos dimos la vuelta a pesar de las horas de entrenamiento y de las ilusiones»

«No sé si este año es especialmente caluroso, creo que sí, no sé si estamos en un periodo de involución de las montañas y vamos a tener que ir en invierno»

«No sé si este año es especialmente caluroso, creo que sí, no sé si estamos en un periodo de involución de las montañas y que vamos a tener que ir en invierno a todas porque en verano habrá que dedicarse a los deportes acuáticos, pero, desde luego, lo que sí que puedo decir es que ver reventar un glaciar a 5.000 metros es una señal», señaló el alpinista.

Al ser preguntado por el momento en el que volverá a intentar coronar el Korzhenveskaya, Pauner afirmó que, siempre que hay una montaña que se atasca, «hay que dejarla en la nevera e irse a otras» ya que la cima «va a seguir ahí». De esta expedición, Pauner extrae como conclusión que va a haber que «amoldar» las temporadas a las condiciones de las montañas.

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2022-08-10T07:00:00.0000000Z

2022-08-10T07:00:00.0000000Z

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