Patrimonio cultural lo hay de muchos tipos. Incluso una piedra puede serlo. No una piedra cualquiera, claro. Un meteorito, sí. En Aragón también hemos sido ricos en este apartado, lo somos aún. Basta echar un vistazo cualquier día a internet para descubrir a la venta alguna ‘rodaja’ del famoso meteorito ‘Zaragoza’, que cayó en algún lugar de la provincia aragonesa en los años 50 del siglo pasado. La pieza, de 162 kilos fue comprada por un norteamericano que lleva años vendiéndolo en láminas y pequeños fragmentos.

También es conocida la historia de la localidad zaragozana de Azuara, donde un cráter enorme, de unos 30 kilómetros de diámetro, ha sido identificado por algunos especialistas con la huella dejada por el impacto de un meteorito. Menos sabido es el hecho, viajando atrás en el tiempo, de que el primer meteorito del que se tiene constancia documental en España cayó en la provincia de Huesca. Es el llamado ‘meteorito de Sena’, o ‘de Villanueva de Sijena’.

En el Archivo del Museo Nacional de Ciencias Naturales se conserva un conjunto de documentos que dan fe de su caída poco después del mediodía del 17 de noviembre de 1773 en las huertas de la localidad oscense de Sena, cerca del monasterio de Villanueva de Sijena. Al parecer el día estaba claro y se escucharon tres fuertes detonaciones. No hubo duda sobre qué las había causado porque el bólido cayó muy cerca de dos hombres que estaban trabajando en el campo y que aseguraron haber sentido un olor fétido. Cuando se les pasó el susto, uno de ellos, Miguel Calvo, labrador y vecino del lugar, tocó la piedra caída del cielo con la azada y seguidamente con la mano, pero la retiró de inmediato pues estaba todavía muy caliente.

El meteorito tuvo un primer impacto y causó un hoyo en la tierra, de no mucha profundidad, rebotó y cayó en un terreno propiedad de Francisco González. Este, cuando se enfrió, se llevó la piedra a Sena y se la entregó al sacerdote de la localidad, Antonio Pano.

Enviado a la Casa Real

Muchos vecinos se presentaron en la casa del cura y fueron arrancando trozos para llevárselos a sus casas y enseñarlos a familiares y amigos. En los días siguientes varios agricultores de la zona encontraron fragmentos desprendidos de la misma piedra mientras faenaban en el campo.

El meteorito fue objeto de varios informes y publicaciones. El capitán general de Aragón, Antonio Manso, se hizo cargo de la pieza y la entregó a la Casa Real en 1774. Tiempo después pasaría a los fondos del Real Gabinete de Historia Natural, precedente del actual Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN).

El ejemplar principal pesó ya en Madrid 3.051 gramos. Un 53,6% se conserva en el propio MNCN, un 16,6% se encuentra en otros museos, y el resto, un 29,8% se ha extraviado.

METEORITO DE SENA

Ubicación: Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid.

Descripción: es una condrita H4 (el más común de los meteoritos). El fragmento que se conserva en Madrid pesa 1,7 kilos.

Datación: 17 de noviembre de 1773.