¿POR QUÉ SEGUIR HACIENDO LAS COSAS DEL MISMO MODO CUANDO NADA ES IGUAL? EL CAMBIO DE FECHA DE ARCO, A DEBATE

“QUERIDA, ¿ES ESTO AFICIÓN O GANADO?”. Esta pregunta se formuló en el primer ARCO, el de 1982. Así suele contarlo la crítica Estrella de Diego, quien entonces esperaba en la cola de entrada al palacio de exposiciones de IFEMA junto a su amiga Maruja Mallo. Fue la pintora surrealista quien verbalizó la duda en uno de sus habituales raptos de ácida clarividencia. Sus palabras vuelven a estar de actualidad ahora que sabemos que la edición número 40 de la feria tendrá lugar este julio. Y hay quien celebra la decisión, pero también quien la critica como simple inercia.

El año pasado, la de Madrid fue la última feria internacional de arte contemporáneo que se celebró presencialmente antes del cierre pandémico. Este 2021, será de las primeras ferias en volver, aunque haya retrasado sus fechas hasta verano, cuando se espera un salto en las vacunaciones y la correspondiente relajación de las restricciones a la movilidad. Desde que se anunció la fecha, en los corrillos se escuchan reacciones encontradas. A favor: que no hay motivos categóricos para cancelar dado que en abril IFEMA celebró con normalidad Estampa. En contra: que la logística se complica hasta lo indecible para cualquier galería de fuera de Madrid y para esos coleccionistas latinoamericanos que garantizan el flujo de capitales. Más allá de todo esto, está la vigencia del modelo mismo de feria. Ahora que se habla de regresar a lo local, de la galería como punto de encuentro, muchos se preguntan si un mercado del arte que se basa en pasear todo el año a coleccionistas, artistas, galeristas y obras de país en país tendrá cabida en los nuevos usos pospandemia.

También es verdad que ARCO es mucho más que un mercado. En sus inicios ofreció a nuestra escena artística un foro y una comunidad, y hoy conserva ese espíritu. A la vez, ha sabido posicionarse como un acontecimiento que atrae miles de personas que el resto del año ni pisan una galería. Así que a Maruja Mallo se le podría responder que ARCO siempre ha tenido algo de sincera pasión por el arte y algo de calor de rebaño. Pero de este aprieto no se libra ningún fenómeno cultural contemporáneo. Al fin, algo de lo que no cabe culpar a la pandemia.