No hay nada al azar en Simon 270, la colección de mecanismos con los que se empieza a hablar en el sector de nuevos estándares de conectividad, eficiencia y diseño de altura

“Habitualmente los diseños simples son los más complicados”. Salvi Plaja, el director de diseño de Simon, sabe de lo que habla. En el mundo de los mecanismos eléctricos, cada milímetro es decisivo, porque el objetivo no es que los productos funcionen en la foto o en el showroom, sino en millones de hogares, rincones y edificios de todo el mundo, durante años, sin rechistar ni fallar ni un segundo. De ahí que para crear la nueva serie Simon 270, presentada este mismo año, la empresa de Olot haya renovado gran parte de su maquinaria. El objetivo es crear un nuevo estándar, igual que lo fue en su momento la serie Simon 32, aquella legendaria colección de mecanismos sin aristas pensados para accionar con la palma de la mano. Hoy la consigna es la conectividad, y la colección Simon 270 incorpora 749 referencias que acercan al gran público las soluciones tecnológicas que antes eran patrimonio exclusivo de la gama alta de la casa. Todos los dispositivos son compatibles con esa nueva domótica que se controla desde la pantalla del teléfono inteligente, y además se integran en el espacio con la naturalidad de los diseños perfectos. El nuevo lema de la casa es “para mejorar, simplifica”, y aquí lo han aplicado a rajatabla, prescindiendo de lo accesorio. Por ejemplo, han reducido un 35% el grosor de los marcos, eliminando cualquier tipo de escalón y ofreciendo soluciones en distintos acabados que se enrasan con el muro y parecen llevar ahí desde siempre. Y, en el fondo, esa es la intención final: que permanezcan siempre en su sitio, haciendo fácil lo complejo para que nosotros podamos ocuparnos de todo lo demás.