en esta categoría el tomate, judía, pimiento, calabacín, pepino, berenjena, sandía o melón; pudiendo asimismo asegurarse la estructura del invernadero.

En cuanto a los riesgos, el seguro proporcionará garantías sobre el pedrisco, la helada y el viento, con un 100% de cobertura. También se prevén otros daños excepcionales como los que pueden provocar la fauna silvestre, los incendios, inundaciones y lluvias torrenciales, o la nieve, que cuentan con ese mismo porcentaje.

Para el resto de adversidades climáticas, como el mal cuajado por frío, u otras no descritas, se prevén en daños superiores al 20% y siempre que se den tres condiciones: que estén asociados a un evento climático concreto; que afecten de forma generalizada a las producciones de cultivo; y cuyas consecuencias puedan ser verificadas, previa evaluación del siniestro, los 10 días siguientes al suceso.

Por otra parte, la Línea 306 incluye también adversidades tan comunes y dañinas como la virosis, ayudándonos a afrontarlas con tranquilidad. Resulta por tanto interesante no olvidarse de incluir dentro de la cláusula la virosis como una buena forma de respaldo ante este problema, de plena vigencia, en la agricultura actual. Hay que destacar que para los nuevos asegurados se ofrecerá una cobertura del 50% de los kilos asegurables. Y tener presente además que la fecha máxima de contratación se reduce hasta el 15 septiembre, siendo aconsejable no esperar hasta el último momento pues existen plazos previos que es necesario respetar.

Enesa incrementa el presupuesto casi un 20% respecto a 2020 y la Consejería de Agricultura lo hace en medio millón de euros