Esta sección llega a su fin, pero no el mensaje que durante cuatro años hemos querido trasladar: la importancia de volcarse en aquellos que más lo necesitan.

Una opinión parecida a la de Antonio Banderas, que nos contó cómo tras un viaje humanitario a Somalia un periodista le preguntó: «¿usted esto lo hace porque quiere lavar su imagen?». Y él contestó: «Eso no importa, o no debería importar demasiado. Esa es una preocupación para el que hace la pregunta y, probablemente, para el que tiene que dar la respuesta, pero no para el que recibe unas medicinas, unos juguetes, un techo…

Ojalá todas las corporaciones o todas las personas tuvieran que lavar su imagen porque habría unos fondos extraordinariamente importantes para poder hacer muchas cosas para esa gente. Aquellos niños no me preguntaron si era católico, protestante, ni si lo hacía por altruismo… simplemente me miraron y me sonrieron. Por eso, cuando me preguntan por qué lo hago, no tengo por qué responder. Yo, lo hago y ya está».

Y, afortunadamente, son muchos los que no se paran a pensar en lo que pueda parecer, de cara a la galería, llevar a cabo una acción social y están dispues