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Un velero varado en la Punta de la Mona por el viento de Poniente

Un velero de diez metros de eslora rompe amarras y el fuerte oleaje y el viento lo hace navegar a la deriva hasta clavarse en la Punta de la Mona. No había a bordo ninguna persona

JAVIER F. BARRERA

Un velero de unos diez metros de eslora y tres metros de manga encalló ayer sábado en la Punta de la Mona de Almuñécar, entre roca y arena. El suceso ocurrió por la mañana entre las ocho y las nueve horas. El barco estaba amarrado en la mar frente a la urbanización llamada Las Terrazas, en la Punta de la Mona.

Según informaron, el velero encalló después de romper las amarras. El propietario es una persona que reside en una de las urbanizaciones de la zona y procede de un país del Este de Europa.

El velero quedó anclado la noche del viernes, frente a la Punta de la Mona, en un lugar que es considerado seguro. Pero resulta que en la mañana de ayer el tiempo cambió. Entró Poniente fuerte, con rachas de hasta treinta kilómetros por hora, que levantaron olas, embravecieron la mar y por causas que se desconocen, lograron que fallara el amarre y se rompiera.

El velero quedó entonces a su suerte y sin gobierno, por lo que navegó a la deriva hasta encallar por la fuerza de la marea en la base de la Punta de la Mona.

En el velero no había nadie durante su deriva. Pero el propietario, al percatarse del suceso, se desplazó de inmediato al lugar donde había encallado. Esto ocurrió sobre las nueve de la mañana. El propietario del barco bajó el terraplén desde la carretera y embarcó desde la orilla en su velero. Su objetivo era arrancar el motor y tratar de salvar el barco. Pero, al estar encallado entre roca y arena, la maniobra resultó completamente inútil.

A las diez y cuarto de la mañana, la Guardia Civil se personó en el lugar del suceso y le pidió al dueño del velero que abandonara el barco por su propia seguridad. Entonces, el propietario de la embarcación regresó a tierra firme.

Posteriormente, con ayuda de unos colaboradores, amarraron fuertemente el velero a las rocas para estabilizarlo y que no balanceara mucho. Se pretendía con esta operación que la marea no lo golpeara contra las rocas y no le causara daños graves en el casco.

La atracción del día

Hay que tener en cuenta que entre las dos y las cinco de la tarde de ayer el temporal arreció y se determinó que el oleaje y las rocas podrían terminar dañando el casco del barco. La idea es esperar a hoy o a mañana lunes a que aminore el temporal para ver si pueden sacarlo. Por eso había que proteger bien el casco del velero. Para la operación de desencallar este velero se tendrá que depender del viento y del estado de la mar.

Incluso, se comentó sobre el lugar, se barajaba la posibilidad de desencallarlo con una grúa y poder adentrarlo en el mar los metros suficientes para que pueda navegar. Hay que tener en cuenta que la quilla está empotrada en la arena y hay que liberarlo primero.

En cualquier caso, el velero varado en la Punta de la Mona se convirtió en la atracción del día en Almuñécar a lo largo de la jornada. Cientos de personas han contemplado este sábado pasado la situación del velero encallado.

La Herradura, al completo de visitantes, ha convertido este suceso en la atracción del fin de semana. La Policía Local, incluso, se vio obligada a personarse en el lugar para ordenar el tráfico y a los curiosos.

El temporal llegó a contar con rachas de viento superiores a los treinta kilómetros por hora, que rompieron los amarres

El velero ha quedado atado con sogas y cabos a las rocas para quedar estabilizado y evitar que las rocas rompan su casco

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2021-08-01T07:00:00.0000000Z

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