Ya sea con fines competitivos, de caza o simplemente para disfrutar del vuelo y del cuidado de un ave rapaz, Daniel López, maestro cetrero, da las pautas a seguir para adentrarse en este mundo. Cuidar de un ave rapaz es un compromiso que requiere seriedad y trabajo. No es una mascota o decoración. Según Daniel, es imperativo adentrarse en este mundo con un experto, o bien de una escuela de cetrería. En escuelas de Andalucía hay cursos de iniciación o sesiones sueltas para tener un primer contacto con los principios básicos que rigen la relación con el ave de presa. En el aprendizaje destacan las águilas de Harris por su temperamento y naturaleza gregaria. Para tener un ave en casa hace falta tramitar unos documentos y permisos ante la Consejería de Medio Ambiente. Cuidarla requiere de las lecciones aprendidas en los cursos. Las aves son tranquilas y reposan en su posadero cuando no vuelan. Basta de un espacio abierto de 1,5m2 o 2m2 con un reposadero, bebedero y comedero. Es necesario para la mayoría de especies salir a volar regularmente para ejercitar las alas.