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Buena suerte

Kapuscinski afirmaba que las malas personas no pueden ser buenos periodistas

MARGARITA SÁENZ-DIEZ

Las malas personas no pueden ser buenos periodistas», decía el gran maestro polaco Ryszard Kapuscinski al definir a aquellos que dedican su vida al periodismo. Es decir, los cínicos no sirven para este oficio. Los fabuladores con apariencia de rigor deberían darse de baja en la profesión. Este no es el caso de Pepa Bueno. La periodista que está a punto de emprender la aventura de dirigir ‘El País’, precisamente cuando la política enrocada impide abordar los cambios institucionales de gran calado que se necesitan.

El momento es complicado. Con un Gobierno progresista que aplica sus principios haciendo frente, con mayor o peor fortuna, a la pandemia y a la recuperación económica y con una oposición que ejerce su labor mediante el rechazo sistemático a cualquier iniciativa que se haya gestado en el útero de la Moncloa. Un ejemplo cercano en el tiempo es la fracasada recogida de firmas para oponerse a los indultos concedidos a los sentenciados por el ‘procés’, su gran caballo de batalla, porque no ha conseguido el aluvión de firmas que el PP imaginó. Mientras, en las generaciones más jóvenes de Cataluña se registra una caída en el entusiasmo por la opción independentista y requiere soluciones prácticas de futuro.

Bueno ha escrito mucho sobre la situación política, a menudo con la ironía que exige abordar situaciones encorsetadas que rechazan cualquier revisión. «El campo de juego está delimitado. O a favor o en contra. No hay más discusión, ni sobre el presente ni sobre el pasado inmediato. La democracia la trajo Juan Carlos I, pero el fin de ETA es obra de todos, también de quienes acusaron de traicionar a los muertos a los que intentaron empujar el proceso de paz. Sánchez solo aspira a mantenerse en la Moncloa, Casado y el resto de líderes están en esto por filantropía», decía en junio acerca del maniqueísmo que lidera la oposición.

Su análisis sobre el debate territorial ha sido impecable. «Hemos escuchado tantas veces que España se rompía en los últimos años que han perdido credibilidad las grandes amenazas. La amenaza verdadera es seguir como si no pasara nada y sin enfrentar políticamente los problemas políticos». En septiembre, se desplegarán las nuevas estrategias para recibir la llegada de las remesas del dinero europeo. Un momento clave en el que se afrontará con vigor la recuperación económica, porque «la vida está esperando abrirse paso con urgencia tras la parálisis de la pandemia», escribió a primeros de julio la nueva directora. Buena suerte, Pepa.

OPINIÓN

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2021-08-01T07:00:00.0000000Z

2021-08-01T07:00:00.0000000Z

https://lectura.kioskoymas.com/article/281925956055512

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