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De la necesidad, virtud…

MIGUEL J. CARRASCOSA SALAS

Efectivamente, es el título de un precioso, preciso y aleccionador libro publicado recientemente por la editorial madrileña ‘Paulinas’. ¿Su autor? Manuel Martín García, eficaz y diligente Defensor de la Ciudadanía de nuestra ciudad, con un breve pero aleccionador prólogo del conocido y acertado juez de menores de Granada, don Emilio Calatayud Pérez. ¿Su contenido? 166 páginas, vivas, documentadas e iluminadoras, que son la expresión, revelación y comentario de las «enseñanzas de una abuela a un niño que iniciaba su vida», la abuela materna de nuestro autor.

Manuel Martín, con acertada estrategia, aborda el desarrollo de su publicación en tres apartados interrelacionados, con una clara y objetiva complementariedad. Veamos:

1.- Somos lo que vivimos. ¿Por qué yo no podía ser como los demás? Mujeres que dejaron huella. De pequeña, huérfana de madre y padre. Las enseñanzas de una abuela a un niño que iniciaba su vida.

2.- Dime cómo hablas y te diré cómo piensas. Conceptos generales sobre paremiología y refranes. Características principales del refrán. Origen histórico del refranero. El refranero y los dichos populares como enseñanza viva y representativa. Sabiduría social de las coplas y cantares. La cultura como creación humana y social.

3.- Para pensar, crecer y educar: la sabiduría de mi abuela Pastora, resumida a través de sus dichos y relatos. El refrán en los Evangelios. Refranes del Quijote. Dichos y refranes. Ejemplos variados. Recordatorios. Historias. Coplas populares.

4.- Epílogo. Esperanza en tiempos de desesperanza. Yo vengo a ofrecer mi corazón: algunos signos de esperanza por donde continuar tras la pandemia del corronavirus.

¿El objetivo fundamental de esta oportuna publicación? Ofrecer a los lectores/as de las distintas edades –principalmente de las más jóvenes– las enseñanzas, orientaciones y vivencias de la abuela Pastora, desde pequeña huérfana de madre y padre. De ella ha recibido el autor de este libro una «equilibrada brújula para orientar sus pasos, para no perderse en el complicado camino de la vida; para tomar decisiones acertadas y para ver, en definitiva, las cosas como realmente son, no solo con los ojos de la cara, sino también con los del corazón limpio y la cabeza alta».

«Vivir no es fácil y saber vivir, un arte» –afirma el autor– que se consigue a lo largo de los años, siguiendo el sendero que nos han marcado los mayores bien intencionados, brindándonos sus experiencias y aprendizajes. Uno de ellos es sin duda la sabiduría acumulada por las sucesivas generaciones que nos han precedido, que nos han hecho elegir –con el testimonio de sus vidas– el camino que debemos seguir para dirigir nuestros pasos con acierto y conferir a nuestra existencia su más auténtico sentido.

Es la hora de hacer una llamada de atención a los más jóvenes, para que no pierdan el contactdo con sus abuelos/as y sepan aprovechar sus orientaciones, testimonios y experiencias, ya que son los guardianes de las buenas costumbres y de un modo de vivir más humano, seguro y conciliador: «Los guardianes –sí– de unas enseñanzas que han perdido, por desgracia, su importante papel en el dislocado mundo de nuestros días».

Los mayores –ha dejado escrito Emilio Calatayud en el prólogo de este libro– «no son muebles ni padres de repuesto, que es algo que se estila bastante en estos tiempos desordenados y egoístas. Tienen mucho que aportar. Es el mensaje que late en el fondo de esta obra que, no por casualidad, ha escrito Manuel en el confinamiento, un tiempo traumático en el que el virus se llevó a miles de nuestros mayores: ha sido como si ardiesen miles de bibliotecas…».

Gracias, muchas gracias, Manuel Martín García, por el valioso testimonio que nos has legado a favor de nuestros mayores, tan olvidados hoy, que supieron hacer –a lo largo de sus vidas– «de la necesidad, virtud…». ¡Gracias!

OPINIÓN

es-es

2021-08-01T07:00:00.0000000Z

2021-08-01T07:00:00.0000000Z

https://lectura.kioskoymas.com/article/281947430891992

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