MADRID. La Conferencia de Presidentes que tanta controversia generó entre los partidos políticos en los días previos a su celebración, el viernes en Salamanca, sigue siendo objeto de disputa. Un día después de que Pedro Sánchez intentara aplacar con la promesa de más vacunas y la cesión del 55% de los fondos de recuperación de la UE los reproches que habían vertido distintos gobernantes autonómicos por la escasez de vacunas o al falta de preparación del encuentro, Pablo Casado tildó su oferta de «tomadura de pelo».

El líder del PP argumentó en

Twitter que lo que el presidente del Ejecutivo «vendió» como novedad la posibilidad de que las autonomías gestionen 10.500 millones de los Next Generation, cuando fue un compromiso adquirido hace «diez meses» con la negociación de los Presupuestos.

Casado desdeñó además el papel que realmente se otorgará a las comunidades. «Como no le da tiempo a tramitarlos por su incompetencia se parapeta en las comunidades autónomas obligándolas a ser meras gestoras de proyectos que él decida», recriminó. En respuesta, el portavoz adjunto del PSOE en el Congreso, Felipe Sicilia, le acusó de mantener una actitud de «crispación y bloqueo» y de haber tratado de boicotear el encuentro en la capital charra con una «contracumbre» de sus barones el jueves por la noche.

Apoyos gratis

El PNV también demostró que aún sufre la resaca por las escaramuzas previas a la cita. Su presidente, Andoni Ortuzar, se revolvió contra las críticas por haber arañado a Sánchez una reunión de la Comisión Bilateral del Concierto a cambio de la presencia del lehendakari Iñigo Urkullu en la cita y esgrimió que lo único que hizo el jefe del Ejecutivo vasco fue obligar a cumplir con los acuerdos y la legislación.

Ortuzar se declaró «harto» de que acusen a los miembros de su partido de «chantajistas o piratas» y aseguró que el PNV dará su apoyo gratis al Gobierno que cumpla el Estatuto, respete el Concierto y deje a los vascos «decidir libremente».