Kiosko y Más

Guía para elegir la mejor factura eléctrica tras el histórico susto de julio

Ante el vaivén de la luz, las firmas lanzan tarifas que no todos los hogares saben calcular para saber si es la mejor opción

JOSÉ M. CAMARERO

MADRID. Hoy se cumplen exactamente dos meses desde que los nuevos tramos horarios de la luz irrumpieran en la vida de millones de españoles, abnegados a poner la lavadora a medianoche, dejar la plancha para el fin de semana o cocinar a deshoras. Han sido 60 días en los que, para sorpresa de todos, el precio de la luz ha alcanzado máximos históricos, con la factura –la de julio– más cara de la historia.

El desconcierto es total. A cada nuevo incremento del precio del megavatio/hora (el que dicta cuánto vale producir electricidad) se le han unido llamadas de las compañías, cartas y todo tipo de acciones comerciales para cambiar de tarifa a una más ‘económica’. Sin embargo, son muchas las dudas que tienen los 27 millones de contratos de luz a la hora de tomar una decisión que debe ser bien analizada, tal y como recomienda desde el Gobierno hasta la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Veamos por qué.

Conocer el contrato en vigor

Antes de poder elegir, es necesario saber qué contrato tiene cada consumidor. Porque hasta un 60% de los españoles desconoce la tarifa que tiene en vigor en su hogar. Para dejarlo claro: si el tipo de tarifa que viene reflejada en el recibo se denomina PVPC (Precio Voluntario al Pequeño Consumidor), estará en el mercado regulado.

Cualquier otra denominación que no sean esas siglas implica que tiene contratada alguna de las decenas de tarifas que se ofrecen en el mercado libre. Suelen ser contratos con descuentos iniciales, precios fijos, tramos a elegir o cualquier otra condición comercial que los suele hacer atractivos para el consumidor.

¿Mejor libre o regulada?

La tarifa regulada (PVPC) tiene la ventaja de que históricamente ha sido más barata que cualquiera de las mejores ofertas del mercado libre. En estos momentos, después de dos meses en máximos históricos de la luz, la regulada acumula un recibo medio de 54,90 euros en los últimos 12 meses, según el comparador habilitado por la CNMC para un hogar medio (3.000 kwh de consumo al año y 4 kw de potencia). Solo hay una tarifa libre más barata, de 53,08 euros al mes. El resto implica un coste superior al PVPC. El ‘hándicap’ del mercado regulado es que el consumidor se ve expuesto diariamente a los vaivenes del precio de la luz. En el caso del mercado libre, la ventaja es que se suele pagar un precio fijo (bien al mes, bien por kwh consumido), aunque, como indica la CNMC, es más caro.

¿A quién afecta esta subida?

Directamente, a quienes se encuentren en el mercado regulado. Indirectamente, y a medida que pasen los meses, al resto de consumidores. Los hogares que tengan contratada la tarifa PVPC habrán visto cómo sus recibos se han incrementado de forma sustancial en los dos últimos meses. Han sido semanas en las que han coincidido los nuevos tramos horarios (punta, llano y valle) con el incremento del coste de la electricidad en el mercado mayorista. La factura media de junio superó los 60 euros y la de julio, los 64 euros (para un consumo de 300kwh al mes con 4kw de potencia contratada). En algunos tramos, estos hogares han llegado a pagar más de 30 céntimos el kilovatio/hora, con mínimos de apenas 14 céntimos/kwh. En el caso de quienes dispongan de una tarifa libre, por ahora se libran de la subida. Pero a medida que esos contratos vayan venciendo, las compañías cambiarán las condiciones y previsiblemente elevarán los nuevos precios para adaptarlos a las actuales condiciones del mercado mayorista. Ahí reside el riesgo de la renovación automática de los contratos: debe ser aceptada analizando antes las nuevas condiciones del mismo.

ELECCIÓN

Conviene analizar el precio del kwh, las condiciones de permanencia y los límites de consumo

CAMBIOS

El usuario doméstico puede elegir una tarifa libre o regulada sin ningún coste ni impedimento

Consejos al elegir tarifa

Los consumidores se decantan cada vez más por el mercado libre, bien porque provienen del regulado, bien porque se trata de nuevos contratos de hogares recién construidos, entre otros casos. Lo hacen habitualmente atraídos por algún descuento inicial o promoción llamativa que les ofrece alguna comercializadora. Sin embargo, antes de dar el ‘sí’ y aceptar la oferta, es conveniente analizar algunos datos incluidos en el documento. En primer lugar, a cuánto le van a cobrar el kilovatio/hora con esa tarifa. Por tener una referencia, el precio medio del kwh del mercado regulado en el último año se ha situado en los 0,11 euros. Aunque en estos

dos últimos meses ha registrado tramos punta de hasta 0,30 euros/kwh. En segundo lugar, también es conveniente analizar si la compañía le obliga a tener una permanencia con ese contrato.

En algunos casos, la empresa obliga a mantener activo el contrato durante más de un año: en el primer tramo ofrece un precio y en el segundo, otro completamente distinto y habitualmente más elevado. En tercer lugar, es conveniente analizar los límites de consumo que pueda llevar implícita una tarifa en el mercado libre. Porque en determinados casos la oferta rige hasta un nivel de consumo (por ejemplo, 3.000 kwh al año).

Y, una vez superada esa cota, se aplica otro coste del kwh más elevado. Por último, es conveniente estudiar qué tipo de consumo se realiza en un hogar, porque algunas tarifas de luz van muy condicionadas a un consumo muy intensivo en determinadas horas en las que puede que los integrantes de ese hogar no estén ni siquiera en casa.

Cambiar de contrato o compañía

Se puede contratar una tarifa en el mercado libre o en el regulado según su conveniencia. No hay ningún tipo de limitación para pasar de un mercado a otro. Ni las eléctricas pueden impedirlo si se solicita correctamente. Un aspecto distinto es la posibilidad de que la tarifa contratada obligue al titular a permanecer en esa modalidad durante un tiempo previamente pactado. En estos casos, sí tendrán que esperar a realizar cualquier cambio de compañía o de modalidad para evitar posibles penalizaciones.

Otra clave, en la potencia

Uno de los consejos en los que los expertos energéticos inciden para poder rebajar la factura eléctrica no está ni en el precio del kilovatio/hora ni en el tipo de consumo que se realiza. Se encuentra en la potencia contratada en cada hogar. Porque, por regla general, las viviendas disponen de mucha más potencia de la que realmente necesitan para realizar un consumo óptimo. Si nunca han saltado los plomos, es posible que su hogar tenga demasiada potencia.

La media se encuentra entre los 4 y los 5 kilovatios, aunque suele ser más habitual los 4. Por encima de 5kw, demasiado. Por debajo de 4kw, corre el riesgo de quedarse sin suministro habitualmente. Se puede bajar la potencia por tramos de 0,1 kw. Por ejemplo, si un hogar rebaja de 5kw a 4kw su potencia, pasará a pagar 11,6 euros al mes en esta parte de la factura frente a los 16,6 que abonaba hasta ahora.

Posibilidad de elección

También es recomendable aprovechar toda la flexibilidad posible que ofrece tanto el sistema como la oferta concreta que tenga de alguna compañía. Por ejemplo, desde el 1 de junio es posible contratar dos tipos de potencia (la valle, de 00:00 a 8:00 horas). Con esta opción, ahorrará dinero cada vez que realice un uso intensivo de electrodoméstico en las horas más baratas. También es recomendable acogerse a tarifas del mercado libre en las que los precios más baratos estén en sintonía con un uso intensivo de luz en el hogar vinculado a esa tarifa.

ECONOMÍA

es-es

2021-08-01T07:00:00.0000000Z

2021-08-01T07:00:00.0000000Z

https://lectura.kioskoymas.com/article/282127819518424

ABC