Luis Alfonso Abram Ugarelli (Lima, Perú, 1996) ha avistado por fin la orilla del fútbol europeo. Tras siete años forjándose como el respetado central que ya es en Sudamérica, al nuevo jugador rojiblanco se le abre una ventana a lo soñado. Recoge la oportunidad de un camino nada sencillo que comenzó cuando se le cruzó por primera vez un balón en su Lima natal.

Aquel chico de mirada inquieta y despierta pero sereno en el campo comenzó su travesía hacia el fútbol profesional en el Club Regatas Lima, una asociación deportiva centrada en disciplinas náuticas como el remo, el windsurf, la vela o la natación. En ella también había lugar para deportes de pelota a través de sus importantes secciones de fútbol, voleibol y baloncesto.

Su lectura del juego permitía a Luis Abram jugar en muchas demarcaciones, pero tenía un don para el corte y la anticipación que rápidamente le reservó un papel predominantemente defensivo. Su crecimiento físico hizo el resto y, ya en edad juvenil, Abram era observado como uno de los zagueros peruanos más prometedores.

Su pase al Sporting Cristal, ya profesional de la propia Lima, y su llamada a la selección nacional sub-18 confirmaron lo que sería el bautizo del ‘Patriarca’. Así se le empezó a llamar desde temprano por su solidez y una apariencia calmada que esconde un central expeditivo de defensa limpia pero agresiva en actitud. Todo un volcán que con solo 18 años saltó a Primera división. Lo hizo anotando un gol y defendiendo con solvencia. Ese mismo curso salió ganador del trofeo a la mayor revelación del curso en Perú. Fue prácticamente unánime.

Era 2014 y ya había nacido el pilar sobre el que asentar una selección peruana que debía dar por fin el gran paso de levantar la frente en su continente y ‘cruzar el charco’ años después hacia el Mundial de Rusia. Cuatro temporadas estuvo en el Sporting Cristal, ganando dos veces el campeonato de Primera y sumando cada vez más participaciones y más nominaciones a mejor jugador, así como un mayor cartel que hizo que los clubes argentinos y brasileños pujaran por él cada mercado. Abram, patriota y enamorado de su gente y su tierra, sabía que para crecer futbolísticamente tendría que competir en una liga de mayor nombre y decidió partir de Perú.

Los ‘cerveceros’ –el apodo cariñoso con el que se conoce al Sporting Cristal– acabaron por aceptar el paso adelante que necesitaba Abram y que Vélez Sarsfield le puso en bandeja. La llegada del limeño a Argentina supuso un impulso de competitividad en todos los aspectos, en un fútbol mucho más tosco, dado a la afrenta constante y a duras disputas. No obstante, el peruano se aclimató a la perfección.

Respondió al mote con el que llegó a Argentina y demostró por qué era el ‘Patriarca’ y quién mandaba en la zaga de Vélez. No tardó nada en hacerse uno de los fijos en el ‘once’ de un entrenador que sería importante en el paso de Abram por ‘El Fortín’. Gabriel Heinze defendió un estilo de defensa aguerrido, al borde siempre de la confrontación con la regla, pugnando desbocado bajo los escudos de Valladolid, Sporting de Lisboa, PSG, Real Madrid, Manchester United, Roma u Olympique de Marsella. Si alguien podía empujar para que el chico que salió de Regatas llegara a Europa, ese era Heinze.

Su despegue en 2018 con Vélez le sirvió para alcanzar su primer gran sueño: jugar una Copa del Mundo. Con el ‘profe’ Gareca como cerebro, Perú regresó a un Mundial que se celebró en Rusia y donde la franja roja dejó su sello competitivo aunque no pudo avanzar tanto como hubiese querido. Nombres como el de Renato Tapia –en el Celta– o el del propio Luis Abram empezaron a conquistar las reuniones de las direcciones deportivas europeas. Más tarde, en 2019, se colgó en Brasil la plata continental con Perú.

Un beso con ‘D10S’

Sin embargo, el central peruano se quedó con Heinze en Buenos Aires, creciendo sin freno y siendo elegido en reiteradas ocasiones uno de los mejores marcadores zurdos de toda la liga argentina. Una de sus mayores exhibiciones personales y colectivas llegó ante Gimnasia y Esgrima, que dirigía por entonces Diego Armando Maradona. El nuevo central rojiblanco fue el principal motivo por el que aquel marcador no se movió y ‘El Diego’ se rindió a la defensa de Vélez. El peruano no pudo contenerse y, ya antes de las palabras de Maradona, se acercó y le besó la mejilla.

Lamentablemente, la salida de Heinze y su decisión de no renovar para salir a Europa dinamitaron su bonita relación con Vélez Sarsfield. Su regata no paraba en el Río de la Plata sino en el Genil. Curiosamente, si llega a Granada para algo es a remar.

Fue premiado como el jugador revelación de Perú en 2014 y mejor defensor zurdo de la liga argentina en 2019

Tanto en el Sporting Cristal de Lima como en Vélez Sarsfield batió récords en cuanto a precisión en el pase