La presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, hizo una parada en sus vacaciones para detenerse a disfrutar del románico de Zamora y del entorno del río Duero a su paso por la ciudad. La responsable política del Partido Popular caminó por las calles del centro, se movió por el casco antiguo y tuvo ocasión de apreciar el valor de algunos de los templos de mayor enjundia que ofrece la capital a sus visitantes.

Díaz Ayuso inició su visita por la ciudad desde la calle Santa Clara y avanzó hacia la Plaza Mayor a través de Sagasta, antes de detenerse ante el Merlú y fotografiarse junto a la fachada de la iglesia de San Juan.

A continuación, la política madrileña recorrió el entorno de Viriato y bajó hasta el mirador de San Cipriano, donde otros turistas la reconocieron y aprovecharon para hacerse fotos con ella. No en vano, a pesar de que ejerce como presidenta de una comunidad autónoma, Ayuso pasa por ser una de las políticas más conocidas del panorama nacional y cuenta con un importante respaldo social entre las personas de ideología liberal y conservadora. Su triunfo en las elecciones autonómicas de mayo disparó su popularidad entre estos colectivos y la reforzó como uno de los principales activos del Partido Popular en su camino para tratar de recuperar el poder perdido tras la caída de Mariano Rajoy.

Aparentemente abstraída de esa serie de circunstancias, Díaz Ayuso atendió a quienes se acercaron a saludarla, se interesó por ver más de cerca el puente de piedra y continuó en dirección a la rúa de los Francos para poner rumbo a la Catedral y al entorno del Castillo. Su visita apenas duró unas horas, lo suficiente para comprobar por qué Zamora es conocida como la capital del románico.

De este modo, horas después de que el Retiro y el paseo del Prado de la capital de España entraran a formar parte del Patrimonio Mundial con sello de la Unesco, la presidenta de la Comunidad de Madrid eligió el patrimonio de Zamora para su desconexión estival.