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Estabilizado el incendio que quemó 1.700 hectáreas en Tarragona

Los Bomberos de la Generalitat aseguran que “probablemente quedan muchas horas, probablemente días” de trabajo

G. S. Barcelona

El fin de semana más complicado en cuanto a incendios forestales de los últimos años comenzó a encauzarse ayer al mediodía con el anuncio de los Bomberos de la Generalitat de que de Santa Coloma de Queralt (Tarragona), tras calcinar 1.700 hectáreas y obligar a desalojar a más de cien personas, estaba estabilizado. La noticia de que el perímetro de este fuego forestal estaba rodeado por una línea de agua y que ya no tenía ningún frente activo que supusiera una amenaza para el municipio de Sant Martí de Tous, coincidió con las que habían llegado horas antes acerca de los otros dos incendios que quemaban árboles en el macizo del Montgrí y en el municipio de Ventalló, y que el cuerpo de emergencias dio también por controlados.

La simultaneidad de estos tres fuegos en un contexto de riesgo de incendio elevado e incluso extremo –como en el cabo de Creus y en el Montgrí– obligó a Protección Civil a activar el Plan Infocat en fase de emergencia, un grado de tensión que no se había requerido desde el incendio de la Ribera del Ebro que abrasó 5.000 hectáreas en 2019. La coincidencia de los tres incendios y el temor a que pudieran declararse otros enfrentaron a los bomberos con un contexto que superaba sus fuerzas y que obligó a pedir ayuda a la Unidad Militar de Emergencias (UME). Una hora después de que se informara de que el fuego de Santa Coloma de Queralt ya no ardía descontroladamente, se desactivó la fase de emergencia.

Al incendio de Santa Coloma de Queralt, tal y como recordó el director de los Bomberos de la Generalitat, Joan Delort, aún le quedan “muchas horas, probablemente días”, de trabajo. Ayer, el cuerpo mantuvo todos los efectivos desplegados sobre el terreno, pero a partir de hoy se “va a aligerar progresivamente” su presencia. El consejero del Interior, Joan Ignasi Elena reconoció la labor de los equipos de extinción, tanto de los 300 bomberos catalanes –entre profesionales y voluntarios– como de los payeses, de las Agrupaciones de Defensa Forestal (ADF) y de los militares de la UME, que en total llegaron a tener en la zona a más de 200 profesionales y 60 vehículos trabajando sin descanso.

El final de las llamas permitió levantar el confinamiento de Sant Martí de Tous y de Santa Maria de Miralles, y el regreso a sus hogares de las más de cien personas desalojadas de más de una cincuentena de masías dispersadas.

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2021-07-27T07:00:00.0000000Z

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