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Las botellas de vino no son muñecas rusas

El Gobierno y Bruselas deben movilizarse contra el golpe de Moscú al etiquetado de bebidas alcohólicas europeas

ADRIÁN VÁZQUEZ Eurodiputado de Cs y miembro de la Comisión de Agricultura del Parlamento europeo PABLO BAENA Coordinador autonómico de CS La Rioja y miembro de la ejecutiva nacional del partido

Vladímir Putin, presidente de Rusia, acaba de estampar su firma en un decreto que enmienda la ley sobre bebidas alcohólicas para prohibir la traducción al ruso de los detalles geográficos y de origen y las referencias a la categoría y calidad en el etiquetado de vinos y bebidas espirituosas de Europa. Ya es grave, a estas alturas, que se limite de esta manera el derecho a la información en un producto de consumo. Esa parte tiene que ver con el autoritarismo que sufre la sociedad rusa. Pero la enmienda es, sin duda, un auténtico atentado contra las exportaciones dirigidas a un mercado cada vez más importante para los vinos españoles y, en particular, riojanos. Su crecimiento ha tenido una progresión geométrica: en 2019, antes de la pandemia, Rusia importó un 48% más de vino español que el año anterior. Pero es que ese mismo año, y tras el crecimiento de las exportaciones de Rioja a un mercado en clara expansión para nuestros vinos, las exportaciones de DOC Rioja a Rusia ya representaban el 4% del volumen total de litros embotellados exportados.

No en vano, el mercado ruso es el quinto importador a nivel mundial de vinos de nuestra tierra, lo cual da una clara imagen de la importancia estratégica comercial del mismo para nuestros viticultores y bodegueros.

La UE y el Gobierno de España deben tomar cartas en este asunto antes de que culmine el proceso de revisión legal en que se encuentra. Por razones obvias que tienen que ver con la amenaza a los sistemas de calidad, indicaciones geográficas y derechos de propiedad intelectual de los productores, todo lo cual afecta a la competitividad de nuestros caldos. Y por razones de establecimiento de un precedente muy peligroso al que estarán atentos terceros países que quieran sabotear comercialmente el sistema de calidad de los productos europeos.

España, por motivos obvios que tienen que ver con la economía, la gastronomía y la cultura, debe liderar ante la Organización Mundial de Comercio y los foros adecuados una respuesta que disuada a Rusia de tomar una medida tan perjudicial.

Las botellas de vino no son muñecas rusas, todas iguales excepto por el tamaño, que se pueden encajar unas con otras sin que importe lo que contienen. Las botellas que permiten almacenar y criar el vino desde hace cientos de años incluyen en sus etiquetas datos básicos, desde la procedencia de los vinos, la variedad de la uva, el proceso de vinificación y el grado de alcohol, hasta la marca, la bodega, el envasador y el número de la botella de la denominación de origen. Es información para el consumo que no se puede obviar ni ocultar: es el certificado de calidad de una expresión cultural y un producto económico fundamental para La Rioja, para España y para Europa.

Por ello, no es conveniente que se establezca en el mercado ruso una legislación que impida al consumidor reconocer el sello de identidad de los vinos riojanos. Porque de suceder, nuestro producto se verá en una clara desventaja competitiva con respecto a otras procedencias al ocultarse a los consumidores rusos las cualidades de nuestros vinos, que son seña de su altísimo valor.

Lo repetiremos las veces que haga falta, las botellas de vino no son muñecas rusas. Su contenido es dispar, aunque el continente sea idéntico.

Resulta innegable que la falta de acción en materia de política exterior del Ejecutivo de Sánchez está perjudicando la imagen de España en el exterior, a la par que, en este caso, puede dañar gravemente los intereses comerciales de todos los vinos y bebidas espirituosas de origen europeo, entre los que se incluyen los vinos de la DOC Rioja.

Así las cosas, hemos reclamado recientemente que la presidenta Andreu tome cartas en el asunto y defienda los intereses del Rioja en el Comité de las Regiones de la Unión Europea e, igualmente, solicite al embajador ruso explicaciones sobre cuáles son los motivos que están llevando a su presidente a adoptar esta medida.

Por eso también animamos al Gobierno de España a trabajar para encontrar una solución común y negociada que mantenga la buena sintonía actual entre los consumidores rusos y los productos de calidad que, gracias al esfuerzo de nuestros productores, exportamos desde España al país de las matrioskas, como son los vinos de Rioja. Porque no debemos permitir que se pongan en peligro nuestras exportaciones.

Opinión

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2021-07-27T07:00:00.0000000Z

2021-07-27T07:00:00.0000000Z

https://lectura.kioskoymas.com/article/281925956044993

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