LOGROÑO. La UD Logroñés acelera en su trabajo por dar forma a su plantilla lo antes posible, pero sin caer en las prisas de las que recela Manu Franco, su director deportivo. El domingo se anunciaba el fichaje del esteponero David Ramos para el centro del campo y ayer la novedad la personificaba Ximo Miralles, guardameta castellonense de 25 años que se convierte en el primer inquilino de la portería. Con Ramos y Miralles se alcanzan los quince futbolistas, si bien algunos de ellos son Sub’23.

«Llego con ilusión de poder unirme a un equipo recién descendido de Segunda División, con un bagaje, que está haciendo las cosas muy bien, con un proyecto muy ilusionante que me motiva en lo personal y en lo profesional para seguir creciendo como futbolista», explicaba Miralles. Discurso que entra dentro del guion blanquirrojo. Ilusión, ambición, proyecto, buen trabajo... son algunas de las palabras que utilizan todos los jugadores que están firmando por la UD Logroñés.

Miralles se formó en las categorías inferiores del Villarreal, pero llegó un momento en el que debía dejar paso a otros valores de la cantera amarilla. Probó la aventura americana, en diferentes universidades (Clemson Tigers, Fresno Fuego y Lane United), pero volvió a España para seguir vistiendo de amarillo, aunque con el escudo del Alcorcón en el pecho. Allí se centró más en el filial de Tercera, aunque en su segunda campaña logró jugar seis partidos en Segunda. Su experiencia más reciente la ha vivido en Soria, donde disputó 23 encuentros. «Es doloroso dejar un club como el Numancia, al que le tengo mucho cariño, pero estoy con mucha ilusión de unirme al Logroñés», reiteraba ayer.

Miralles se define como un portero «tranquilo», que intenta «dominar» su área, rasgos a los que suman la «rapidez y potencia» que le otorgan sus cualidades físicas. «Sobre todo, tener esa tranquilidad en competición para afrontar los partidos de la mejor forma posible», resumía.

Es el primero de la lista, aunque la entidad trabaja en la llegada de un segundo cancerbero, salvo que tome la decisión de ascender a un chaval del filial. De momento. Miralles da un salto de categoría, con las nuevas titulaciones. «Para el profesional y para el futbolista es una categoría muy atractiva y en lo personal, un reto. Es desconocida, porque no sabemos cómo va a ser, pero seguro que mucho más exigente. Y en ese sentido ese reto es lo que uno busca para seguir creciendo, mejorando y día a día retarse a uno mismo y asumir que el fútbol y la competición, cuanto más difícil y competitiva, más agrada y más atrae al profesional», explicaba antes de puntualizar que más allá de la «ambición personal de querer jugar», espera «sumar» y estar «preparado» para todo.

A sus 25 años, el mayor bagaje de Miralles en una categoría similar a Primera RFEF se lo ha dado el Numancia