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«El corazón tiene sus razones, que la razón no conoce»

LUIS GARAGALZA

Pascal fue un matemático, físico y filósofo que tuvo una conversión religiosa alrededor de los veinte años. Se hizo católico (jansenista) y, aunque no abandonó sus actividades racionales (científico-matemáticas), consideró que el «corazón», sobre el que actuaría la fe, permite «sentir» a Dios. Pues bien, la neurociencia parece estar redescubriendo, aunque no exactamente en el sentido pascaliano, la relevancia del corazón. Este órgano no se limita a bombear la sangre, sino que es un colaborador necesario del cerebro (algo similar ocurre también, por ejemplo, con los intestinos y su ‘flora’). Así, estudios recientes muestran que el corazón influye en la percepción de nuestro entorno. «La respuesta del cerebro a los latidos del corazón determina – según afirma la neurocientífica Nazareth Castellanos– lo que vemos o no vemos». La información que recibimos con los sentidos no llega, pues, directamente al cerebro para que este la procese: el corazón participa activamente en la elaboración del conocimiento.

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2021-07-27T07:00:00.0000000Z

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https://lectura.kioskoymas.com/article/282462826956993

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