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LA TENUE LUZ DE LA ZONA FRANCA

La llegada de una nueva empresa al recinto es una esperanza, aún insuficiente pero necesaria, para una firme recuperación económica

Hay gestos que tienen más valor por la oportunidad que les acompaña, por el momento en el que se producen. Tiene mucho de simbólico presentar la sede de una gran empresa distribuidora de alimentos, Sola Ricca, en los tiempos que corren. Sobre todo, porque comporta un acto de esperanza en la recuperación. Simplemente, porque supone una declaración de intenciones. Viene a decir que los promotores del espacio industrial con sede en Cádiz y los de la firma a la que acogen entienden que hay actividad y demanda en ciernes, que hay usuarios interesados y capacitados en adquirir productos o servicios. Puede parecer demasiado simple. Sin embargo, si se observa de dónde venimos, el año y medio sufrido por la economía, cobra sentido. Eso es lo que sucedió ayer en la Zona Franca de Cádiz. El Consorcio es uno de los pocos motores fiables que le quedan a la economía, empresarial e industrial, de toda la Bahía de Cádiz y el hecho de que presente una novedad supone un ejercicio de confianza en el presente y en el futuro.

Eso sí, esa muestra de fe en la recuperación económica debe tener continuidad. Cada llegada de una empresa – y por desgracia hacen falta muchas más– es un paso adelante pero hay muchos pendientes, incluyendo la reforma integral del polígono exterior. Pasan las décadas y lo que una vez fue definido, incluso institucionalmente, como «chabolismo industrial» no encuentra mejora. Haya mayores o menores síntomas de mejoría en lo financiero, en lo económico, es reconfortante ver firmas, consorcios públicos, prepararse, mantener el rumbo firme y los brazos activos para que cuando cese la tormenta sanitaria y de temor la nave colectiva que ahora zozobra (la realidad laboral de los gaditanos) haya avanzado algo y, sobre todo, esté en disposición de recuperar una velocidad de crucero que casi nunca tuvo. Solo así conseguirá crear y repartir riqueza alguna vez.

Esa sensación se encargaron de transmitir ayer los responsables de la presentación. De la suerte de su empeño, y el de otros muchos, dependen mucho los números con los que Cádiz tendrá que lidiar en la recuperación. No hay muchas más velas para mover la ciudad que el puerto y la Zona Franca. El resto es administración y servicios. Por tanto, de la suerte de este negociado depende mucho la de todos los demás.

Opinión

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2021-07-27T07:00:00.0000000Z

2021-07-27T07:00:00.0000000Z

https://lectura.kioskoymas.com/article/281706912712919

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