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Los alumnos de un colegio de Cullera no volverán a clase si no hay garantías de seguridad

El centro arrastra múltiples desperfectos y la Ampa pide un informe técnico para conocer todos los daños del edificio

A. TALAVERA

ALZIRA. En el aire se encuentra la vuelta al colegio en septiembre de los 250 alumnos del CEIP Sant Antoni de la Mar de Cullera. El motivo es el mal estado en el que se encuentran las instalaciones de esta escuela construida en 1935.

Los últimos problemas fueron el pasado mes de mayo cuando una viga se desplazó y tuvo que ser apuntalada provocando que dos aulas tuvieran que ser trasladadas a otro edificio. Esta situación ha llevado a que los padres y madres de este colegio se planten y no piensen llevar a sus hijos al centro hasta que no tengan todas las garantías de seguridad.

Unas garantías que pasan por tener acceso a un informe de diagnóstico de estado del techo, firmado por un profesional competente, donde se indique la no necesidad de una actuación de emergencia en toda la superficie del techo, sino solo en una parte del mismo.

Y es que ésta es la solución que se va a llevar a cabo de urgencia en las próximas semanas ya que la obra de rehabilitación integral necesaria no está proyectada hasta final de año.

«Necesitamos tener garantías de que es seguro volver a las aulas. Sabemos que nuestra postura es drástica pero no estamos pidiendo una gran obra si no que nos muestren por escrito y firmado por especialistas que el colegio está en condiciones», señalan desde la AMPA del Sant Antoni de la Mar.

Además del informe sobre el techo esta organización que aglutina a unos 150 padres solicita, tanto al Ayuntamiento de Cullera como a la Conselleria de Educación, un estudio estructural para evaluar el estado del conjunto de la edificación, no sólo del techo, sino también de los forjados, muros de carga y de los cimientos.

Detalles que consideran necesarios porque acumulan años de desperfectos y problemas que están causando una gran inseguridad en la comunidad educativa. En 2015 cayó parte del falso techo que fue cambiado pero las goteras y ríos de agua continúan afectando al funcionamiento del centro cada vez que llueve. A esto se suma el mal estado del tejado que provoca que el patio se cierre cada vez que hay fuertes vientos. Y lo último, los problemas en una de las vigas. Una situación que se debía solucionar con unas obras a principio del próximo curso cuando los alumnos iban a ser trasladados a barracones pero esta actuación se ha retrasado y ha generado el hartazgo de los padres que exigen más implicación al consistorio de Cullera que alega que no es el competente para ofrecer estos informes.

Se espera que esta semana acuda el director general de Infraestructuras Educativas a Cullera para visitar el centro y aportar una solución para que los alumnos puedan iniciar el curso con normalidad.

En septiembre tenía que trasladarse a los estudiantes a barracones para iniciar unas obras que se han retrasado

Dos aulas se encuentran inutilizadas al estar apuntada una viga que se desplazó a finales del curso pasado

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2021-07-27T07:00:00.0000000Z

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