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Una medalla para su hijo

CARLOS COLOMA Bronce en Río 2016

David es un extraterrestre, un ciclista con una capacidad de sufrimiento brutal. Este podio lo habíamos visualizado infinidad de veces y he llorado mucho. No me quedan lágrimas. Lo que he sentido con él estos meses, tras mi retirada, ha sido muy grande y verle cruzar la línea de meta y ser medalla de bronce es una sensación indescriptible. No puedo compararla con lo que sentí cuando yo fui bronce en Río, pero puede ponerse a la altura. Me han venido flashes de aquel momento. Se lo merece porque es muy trabajador y muy buena persona.

Lo que he intentado esta última semana antes de viajar era que se centrara en su hijo pequeño, de dos años. Su hijo le dice siempre que va a ganar, que tiene superpoderes, y le dije que no pensara en nadie más. Que la gente mayor siempre le dice que hay cinco o seis favoritos y le sacan de las opciones de medalla y eso mentalmente ejerce una sensación de que ser diploma está bien. Yo le dije que podía ganar y que si veía que tenía opciones de ganar o de subir al podio que se acordara de su hijo. Por eso el mecánico de la selección, en la última vuelta, le gritaba que lo hiciera por su hijo.

Le envié un vídeo ayer en el que había escenas de Luis Aragonés, de ‘Braveheart’ y en el medio tenía una escena de su mujer con su hijo y el pequeño le decía que iba a ganar. Que él sabía que iba a ganar y que cuando volviera a casa le iba a dar muchos besos. Creo que esto le ha podido ayudar, porque la mente sin prejuicios de un niño puede dar alas.

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2021-07-27T07:00:00.0000000Z

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https://lectura.kioskoymas.com/article/282166474213848

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